En un panorama muy diferente al de sus actos separados de la semana pasada, Alberto Fernández y Cristina Kirchner coincidieron ahora en apuntarle a los intentos desestabilizadores promovidos desde mercados financieros, medios opositores y redes sociales en los últimos días. "Cuando un Gobierno popular puja por los intereses económicos para defender la distribución de la riqueza se desatan todas las fuerzas políticas, mediáticas y empresarias para desunirnos y hacernos desconfiar entre nosotros, pero no lo van a lograr", advirtió el Presidente en la celebración por el Día de la Independencia. La llegada de Silvina Batakis al ministerio de Economía y, principalmente, la reanudación del diálogo entre Alberto y Cristina -al que sumaron a Sergio Massa- modificó sustancialmente la situación en el Frente de Todos. Para terminar de marcar el inicio de una nueva etapa habrá que esperar al paquete de medidas que preparan la nueva ministra y su equipo, que deberán mostrar un Gobierno más activo en la recuperación de los salarios y en controles de precios para conformar a todos.
Pese a tratarse de un acto del 9 de Julio, el mensaje de Fernández estuvo marcado por la coyuntura de los últimos días. Acompañado por gobernadores, ministros y legisladores en la histórica Casa de Tucumán, denunció que el Gobierno viene "soportando en los últimos meses, pero sobre todo de manera pública y feroz en la última semana, una embestida de los grupos concentrados poderosos que quieren quedarse con toda la renta, que quieren provocar una devaluación y maximizar sus ganancias con la codicia de siempre". Quienes participaron del encuentro comentaron que el clima en que transcurrió el encuentro fue mucho más llevadero que el de las semanas previas, cuando no se veía solución a los dilemas que atravesaban al oficialismo.
El Presidente retomó así un hilo planteado por Cristina el viernes en El Calafate. "Si no los dejás sacar los dólares del país, se comportan como adictos. 'De cualquier manera te los voy a sacar, si no puedo por las buenas será por las malas'. Y cuando dicen por las malas estalla la economía del país", describió la vicepresidenta la forma de actuar del poder financiero. "Te ponen la brecha. ¿Qué es la brecha? Eso que a ustedes los atormenta", completó. De hecho, el eje de los últimos mensajes de la vice estuvo basado en describir la prepotencia del poder económico y la necesidad de que el poder político lo enfrente con firmeza. Era uno de los puntos de desacuerdo en la gestión, que incidía en cuestiones tales como suba de precios y nivel de reservas.
Fernández destacó el valor de la unidad. "Es algo que debemos preservar en los momentos más difíciles", subrayó. Curiosamente, Martín Guzmán y su intempestiva renuncia al ministerio se convirtió en un impensado factor de unidad del oficialismo. La vicepresidenta siempre tuvo al ahora ex ministro entre ceja y ceja desde que concluyó que le mintió cuando no le explicó con claridad las condicionalidades que negociaba con el FMI. "Fue un inmenso acto de irresponsabilidad política y desestabilización institucional", definió la salida de Guzmán "por Twitter". También lo evaluó como un gesto de ingratitud personal con el Presidente.
"A veces las mezquindades individuales terminan poniendo en riesgo lo colectivo", coincidió Massa desde Tucumán, donde estuvo acompañando a Fernández. El presidente de la Cámara de Diputados comentó que había hablado en varias ocasiones con el Presidente en los días posteriores a la salida de Guzmán, pero que mantendría el contenido de lo conversado en privado. Fernández no pudo menos que coincidir con los cuestionamientos generales al ministro saliente, que hasta unos días atrás defendiía a capa y espada. "Hay cuestiones de responsabilidad institucional que recomendaban que eso hubiera ocurrido de otro modo", respondió.
A propósito de Massa y las coincidencias en esta nueva etapa, las buenas ondas llegaron hasta el congreso nacional del Movimiento Evita, la organización social más cercana al Presidente que días atrás había sido cuestionada por Cristina. En un video de felicitación por el acto celebrado también este sábado, no sólo aparecieron Fernández, Massa y su esposa Malena Galmarini, sino también el ministro Eduardo "Wado" de Pedro, el más fiel representante de la vicepresidenta en el gabinete. Todas las heridas parecen en camino a curarse.
Para que la nueva senda quede asfaltada, habrá que esperar las esperadas medidas que anunciará Batakis, quien paso el sábado reunida con su flamante equipo. Fernández anticipó que la recibirá el domingo en Olivos y estudiarán las propuestas que se darán a conocer en los próximos días. "Es un tema poder bajar la inflación en un escenario que no nos es favorable. Con Silvina venimos trabajando en eso. Ayer hablé con ella y quedamos en vernos mañana y veremos que primeras medidas podemos ir tomando para abocarnos a ese tema que nos preocupa mucho", destacó Fernández. En su mensaje puntualizó que la inflación dañaba la economía y hacían más difícil una distribución justa del ingreso. Dar en la tecla, o al menos intentarlo con firmeza, definirá el futuro del Frente de Todos en el año y medio que restan hasta las elecciones.