El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibieron a autoridades de la organización periodistica Wikileaks, quienes se encuentran de gira en América Latina para promover la liberación del fundador del sitio, Julian Assange.
El editor general de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson y el embajador de la misma organización internacional, Joseph Farrell, fueron recibidos por el primer mandatario el lunes en su despacho de la Casa Rosada. A través de su Twitter, Fernández afirmó que se comprometió a conversar con sus pares de Colombia, Gustavo Petro, de Chile, Gabriel Boric, y con el presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva "para apoyar la liberación de Assange y defender la libertad de expresión".
Previamente, Hrafnsson y Farrell asistieron al despacho de la Vicepresidenta en el Senado. "Nos dio todo su apoyo en la causa", aseguró el editor general de WikiLeaks. En ese marco, describió al encuentro con la Vicepresidenta como "cálido y comprensivo" y señaló que Fernández de Kirchner "sigue el caso hace mucho y entiende perfectamente su esencia".
Hrafnsson formuló estos conceptos durante una conferencia de prensa que brindó en el Salón Provincias de la Cámara de Senadores de la Nación. Allí expresó: “Esta gira no la hago solo por Julián, sino por todos y cada uno de los y las periodistas del mundo que ejercen este oficio y que, sin lugar a dudas, corren el riesgo de ser perseguidos, silenciados, torturados y hasta privados de su libertad por ejercer con profesionalismo uno de los oficios más importantes del mundo: contar la verdad”.
Además, Hrafnsson afirmó que está “muy contento, ya que esto superó mis expectativas, ambos mandatarios apoyarán nuestra misión”. En esta misma línea, al referirse a los resultados de la gira por la región, el editor de WikeLeaks afirmó: “No se trata solo de un hombre o una vida, se trata de un interés mucho mayor: es la libertad de prensa en el mundo lo que está en juego”.
La mencionada gira busca poner en el centro de la discusión el debate por la libertad de expresión y el derecho a la información en la región, así como también, hablar sobre las importantes acciones que los gobiernos pueden hacer para ayudar a Assange ante su inminente extradición a Estados Unidos.
Assange solicitó al equipo de WikiLeaks iniciar una gira por Latinoamérica para encontrarse con presidentes, organizaciones de derechos humanos y periodistas para abrir un debate público sobre su caso. El destacado rol de América latina en condenar públicamente las injusticias que atentan contra los derechos humanos en cualquier lugar del mundo, fue lo que despertó en Assange un interés particular por la región.
Asimismo, la gira busca destacar las implicancias que esta persecución ha tenido, tiene y tendrá en el trabajo de periodistas, comunicadores y medios de comunicación en todo el mundo, poniendo en riesgo la libertad de opinión, información y de prensa; así como los procesos democráticos y los derechos humanos en todo el mundo.
La gira comenzó el 18 de noviembre en Colombia, allí los voceros se reunieron con Petro. Luego, la comitiva de WikiLeaks continuó con su agenda y mantuvo una segunda reunión en Brasil, donde fueron recibidos por Lula Da Silva quien comprometió su apoyo y sus buenos oficios ante el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El recorrido de la cúpula de Wikileaks continuará hacia Chile y México esperando reunirse con Boric y con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Wikileaks y Assange
WikiLeaks es una organización de medios multinacional fundada por el periodista australiano Julian Assange, su trabajo desde hace 16 años está basado en el análisis y publicación de grandes conjuntos de datos y materiales oficiales censurados o restringidos relacionados con la guerra, el espionaje y la corrupción.
El sitio irrumpió en el año 2006 y cuatro años después publicó millones de archivos que develaron el condenable accionar de los Estados Unidos en las Guerras de Irak, Afganistán y en la Bahía de Guantánamo. A raiz de esto, Estados Unidos persigue a Assange por haber recibido y difundido información relacionada a crímenes de lesa humanidad perpetrados por este país en las guerras de Irak y Afganistán. También denunció los vejámenes a los que eran sometidos los prisioneros en la base naval Bahía de Guantánamo.
Posterior a la revelación de la información, Estados Unidos inició una persecución hacia Assange, WikiLeaks y sus allegados, incluso solicitó al Reino Unido la extradición para que sea juzgado en este país. Este juicio podría llevarlo a cumplir una condena de hasta 175 años de cárcel.
Desde la publicación de los diarios de Irak y Afganistán y los archivos de Bahía Guantánamo, Assange ha pagado con años de su vida por estas publicaciones y ha pasado más de 12 años en confinamiento, lo que indudablemente ha perjudicado su salud física y mental. Por esta razón, el pasado 4 de enero del corriente año, una jueza británica rechazó la solicitud de EE.UU. para extraditar y dictaminó que tal medida sería “opresiva” debido al deterioro de su salud mental. Este dictamen no fue considerado por el tribunal superior.
Actualmente Julian continúa detenido en una prisión de máxima seguridad en Reino Unido bajo régimen de aislamiento, sin derecho a horas de sol y con un estricto régimen de visitas. A la fecha, la Justicia británica, en conjunto con la ministra del interior, Priti Patel, han resuelto que Assange debe ser extraditado a Estados Unidos.
La defensa de Assange busca revertir este fallo del tribunal y, en paralelo, han apelado al Tribunal Superior para que considere el daño incalculable a la libertad de expresión de Assange y del mundo si es extraditado. Diciembre es el mes clave para conocer el resultado de la apelación, después de ese mes, ya nada se podrá hacer.