Alberto Fernández en el G20: Alberto viaja al G-20: lo esperan Macron, Georgieva, Xi Jinping y Biden

El Presidente llegará el lunes a la isla de Bali, en Indonesia, sede del encuentro. Por la noche tendrá la primera actividad, organizada por Macron, para discutir una mesa de diálogo por la guerra en Ucrania. También participará de un encuentro promovido por Joe Biden y tiene bilaterales confirmadas con Xi Jinping y con Kristalina Georgieva.

13 de noviembre, 2022 | 10.27

La guerra en Ucrania y sus consecuencias para el mundo será el inevitable eje de todo lo que suceda en la cumbre del G-20 en la isla de Bali, en Indonesia, a donde llegará el presidente Alberto Fernández este lunes. De eso hablará, con el presidente chino Xi Jinping y con la directora del FMI Kristalina Georgieva, las dos bilaterales hasta ahora confirmadas mientras esperaban coordinar otras dos. Al primero le pedirá ampliar el uso del swap que le concedió en su momento y a la segunda volverá a insistirle por el cobro de sobretasas. Por otro lado, participará de una cena organizada por Emmanuel Macron y otra por Joe Biden, también para analizar el escenario internacional. "Lo que quedamos con el presidente Macron es hablar con otros líderes en el G20 para ver si podemos tener algún tipo de acciones ya más concretas en favor de constituir una mesa que recupere el diálogo y que empiece por el cese del fuego", explicó Fernández.

Será un largo periplo de 15 horas hasta llegar a Indonesia, ubicado al sur del sudeste asiático. La comitiva se verá reforzada con la llegada del ministro de Economía, Sergio Massa, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y el embajador en Washington y sherpa en el G-20, Jorge Argüello. Aterrizarán el lunes a media tarde y a la noche tienen agendada la cena organizada con Macron -la sexta actividad consecutiva en la que el presidente francés incluyó al argentino- pensando en crear una mesa de diálogo para encontrarle una vía de salida a la guerra, compuesta por países no sólo europeos. Por eso estará Alberto y a habrá mandatarios de Asia y de África. "El diálogo que hay que recomponer no es entre nosotros, es entre Ucrania y Rusia. Tenemos que trabajar para que ese diálogo se concrete y lo queremos es que cuanto antes se pueda lograr", explicó Fernández el objetivo.  

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El martes será el inicio formal de las sesiones de la Cumbre, con tres sesiones de trabajo: una dedicada a la seguridad alimentaria y energética, otra a la salud y la tercera a la transformación digital. Como es habitual, lo más interesante sucederá en los salones laterales. Biden invitó a Fernández a participar de un encuentro donde se discutirá el destino del fabuloso fondo de infraestructura de 650 mil millones de dólares que promete la Casa Blanca, pensado para competir con la Ruta de la Seda con la que China viene tejiendo lazos económicos en todo el mundo. El mensaje de Alberto, como presidente pro témpore de la Celac, plantea la necesidad de asistir a los países que más sufren las consecuencias de la guerra, a los que tienen problemas de endeudamiento y que se cumplan las promesas de financiamiento para la transición energética y a las nuevas tecnologías con menor impacto ambiental. Seguramente habrá allí una foto de su saludo con Biden, pero la suspendida bilateral en Washington será recién el año que viene, según explicaban en la comitiva.

En una reunión pedida por China, Fernández se encontrará con el recientemente reelecto Xi Jinping. Hay varios temas en la agenda pero una cuestión concreta que llevará el Presidente será el pedido para que se le permita utilizar un porcentaje mayor del swap para el comercio bilateral. Es decir, no tanto que se amplíe el swap -algo que en su momento prometió China y a los que Argentina, obviamente, no se opone- sino que se flexibilice la reglamentación y se le permita hacer un mayor uso. Otro pedido será la devolución de 500 millones de dólares que Argentina adelantó para la construcción de las represas en Santa Cruz, que tienen financiamiento chino. 

La otra bilateral confirmada, al momento, es la titular del FMI, ya una vieja conocida. Fernández aseguró que la guerra le costó a Argentina 5 mil millones de dólares en lo que tuvo que pagar de más en energía y fertilizantes, algo que pide que el organismo contemple a la hora de ponerle la lupa a las cuentas. "Y le volví a plantear la necesidad de que de una vez por todas se revisen los sobrecargos que a nuestro juicio son mecanismos muy injustos que afectan a los países más castigados por las deudas y que en un caso como Argentina además es consecuencia de un endeudamiento absolutamente irresponsable que se tomó", afirmó. Aprovechando que Ucrania también paga estos sobrecargos, quiere embarcar a otros presidentes en su cruzada contra esos puntos de interés extra que a Argentina le significan varios cientos de millones de dólares de deuda más que debe pagar. Le pidió a su amigo Macron que lo acompañe en el reclamo, quien le dijo que lo estudiaría.

Había otros dos encuentros en carpeta pero esperaban que estén totalmente confirmados para anunciarlos. Un probable era con el canciller alemán Olaf Scholz, que tendrá una agenda completa en Bali. Fernández permanecerá en la isla hasta el miércoles cuando iniciará la larga vuelta, con una escala agregada en España. Estará de vuelta para el viernes 18, cuando se esperarán novedades respecto al bono de fin de año que anunció ayer.