Alberto Fernández llegó a Bali con la mira en lo económico y un evento por el Día de la Militancia en agenda

El Presidente y su comitiva aterrizaron en la tarde de Indonesia y se fueron directo al hotel a preparar la primera actividad, una cena con otros jefes de Estado organizada por Macron. El martes será el inicio de las sesiones del G-20 y las reuniones bilaterales con Xi Jinping y Kristalina Georgieva. Qué hará el 17.

14 de noviembre, 2022 | 08.39

El presidente Alberto Fernández y su comitiva arribaron a la isla de Bali, en Indonesia, para participar de la Cumbre del G-20 marcada por la guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas. De hecho, la cumbre arrancó fuerte con el encuentro entre Joe Biden y Xi Jinping. La apuesta de la comitiva argentina pasa por plantear que en este escenario especial se tengan consideraciones especiales: con los países del sur, menos desarrollado que el Norte, y especialmente con los que cargan pesadas deudas. Una vez más, Alberto y el ministro de Economía, Sergio Massa, apuntarán contra las sobretasas que cobra el FMI, en donde creen tener una carta ganadora porque Ucrania también las sufre. Alberto aterrizó pasadas las 16.30 (5.30 de la Argentina, hay 11 horas de diferencia) y fue recibido por un grupo de bailarinas interpretando el tradicional Tari Pendet y dos funcionarios indonesios junto al embajador Gustavo Torres. Con su comitiva se subió un helicóptero que lo trasladó al bello Hotel Meliá donde se alojará. El clima, húmedo y caluroso, todo un contraste con el de los días parisinos.


Fuera de las sesiones, cuestiones importantes se discutirán en las reuniones bilaterales. A las ya confirmadas con el presidente chino, Xi Jinping, y la directora del Fondo, Kristalina Georgieva, se le agregarán el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, y quedaba por confirmar los encuentros con el canciller alemán Olaf Scholz, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida. El canciller Santiago Cafiero y Massa también tendrán su agenda propia de reuniones. Tendrá especial relevancia la que mantendrá Cafiero con su par mexicano, Marcelo Ebrard, porque de allí puede salir alguna definición clave con respecto a la elección en el BID.

A las 19.30, Fernández tiene agendada su primera actividad, la única en la previa de la cumbre que arranca formalmente el martes. Será una cena de jefes de Estado organizado -cuándo no- por el activo presidente francés Emmanuel Macron. Se tratará un poco de recrear lo que fue la última Cumbre del G7 -que reúne a los siete países más desarrollados- a la que sumaron países representantes de cada continente, que dieron una mirada diferente a la predominante belicista europea. En la cena de trabajo intervendrán Argentina, India, Sudáfrica, Egipto y Senegal. 

Macron, que busca manejar los hilos en esta Unión Europea en conflicto, coincide en la búsqueda de una salida dialogada multilateral. “Argentina quiere estar sentada en esa mesa de diálogo”, adelantó Fernández. Con todo, en la comitiva eran pesimistas acerca de un cese de fuego en el corto plazo. Por un lado, por los diálogos que vienen manteniendo con los representantes europeos que, invariablemente, imaginan una larga contienda. Por el otro, porque creen que es una guerra en la que los intereses de Estados Unidos, Rusia y China se ven fortalecidos. Quien peor la pasa es Europa por la escasez de energía. Igual, como se vio el otro día en la reanudación del diálogo venezolano, están encaminados en la búsqueda de soluciones.


Si es inevitable que el conflicto siga, Alberto Fernández plantea entonces que se busque un acuerdo para que no se utilicen armas nucleares. Quedó espantado luego de una conversación que mantuvo con el director de la Agencia de Energía Atómica, Rafael Grossi, que le dio detalles de lo cerca que estuvieron de hacer explotar una central atómica en Ucrania, supone que con misiles de los propios ucranianos. Entre las armas nucleares que posee Rusia y la disposición de hacer volar sus propias centrales de los ucranianos, se estaría a un paso de la hecatombe. Alberto planteará que se busque sentar a las dos partes a firmar un compromiso de no utilización de estos recursos. A priori, parecería raro que Vladimir Putin acepte no utilizar -o, al menos, amenazar- de hacer uso de una tecnología que posee.

El martes será el inicio formal de las sesiones y de la ronda de encuentros bilaterales. Con la llegada de Massa, se sumaron varios planteos que Argentina pondrá sobre la mesa en la reunión con Xi Jinping, que acaba de conseguir una reelección histórica para un tercer mandato. Más tarde será la reunión con Georgieva, donde se hablará de sobrecargos y otra de las obsesiones de Massa, que los créditos de organismos internacionales para inversión no se computen en el cálculo del déficit.

Curiosidad uno: Alberto Fernández celebrará aquí el Día de la Militancia. En un salón del hotel Meliá, está prevista una actividad junto al jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, dado que los correos de ambos países emitirán una estampilla conmemorativa del exilio y de los 50 años del retorno de Juan Domingo Perón a la Argentina.

Curiosidad dos: los presidentes participantes visitarán el bosque de los Manglares de Tamán Hutan Ray Ngurah Rai, atracción turística de Bali, donde podrán distenderse del nivel de debate que seguramente tendrán las sesiones.