"Estamos abriendo el camino hacia una Argentina más igualitaria", cerró el presidente Alberto Fernández el nuevo spot subido este jueves a las redes, un formato que arrancó días atrás y que seguirá en las próximas semanas. Los videos son muy difíciles de diferenciar de una publicidad de campaña -la calidad fotográfica, la edición profesional, cierto tono épico-, pero en la Casa Rosada aclaraban que el objetivo es "recuperar imagen y poner en valor la gestión". Lo cierto es que, con una actividad diaria muy visible, Alberto aparece hoy como el único frentetodista lanzado a la arena electoral en pos de una carrera a algo que se definirá -sostenían- recién en los últimos días. Con todo, la portavoz Gabriela Cerruti confirmó la intención de que la candidatura presidencial se resuelva en "unas PASO donde todos y todas puedan competir".
El nuevo spot repasó la visita que realizó el miércoles al Impenetrable chaqueño junto a sus funcionarios más cercanos -los ministros Gabriel Katopodis, Victoria Tolosa Paz y Santiago Maggiotti, el secretario Julio Vitobello y Cerruti- con el gobernador Jorge Capitanich como anfitrión y coprotagonista. En especial, en el momento que expresó que la visita de Alberto -"un porteño de ley"- a la lejana localidad de Fuerte Esperanza para inaugurar obras era "un acto que merece el aplauso de todos nosotros". Capitanich firmó días atrás la doctrina de que si el Presidente va como candidato no debería serlo ningún otro funcionario del Ejecutivo, sacando de carrera a varios aspirantes.
Luego del episodio gástrico que sufrió en la cumbre del G20, Alberto comenzó una dieta que lo hizo bajar de peso y sentirse más saludable. Quienes lo acompañaron al periplo chaqueño -donde mostró un look descontracturado con una camisa rosa por fuera del pantalón-, comentaron que pese al extenso recorrido en un clima tórrido, lo vieron siempre animado y con energías. "Pero está muy metido en el objetivo de revalorizar la gestión y poner al gobierno en modo campaña", comentaba uno de sus colaboradores que, aseguraba, no imaginaba que realmente se pensara candidato. Los bajos porcentajes de aprobación de la administración que muestran hoy las encuestas cortan alas a cualquier ilusión reeleccionista.
En su conferencia de los jueves, Cerruti confirmó que se analiza la conformación de una mesa política que trabajará en la estrategia electoral del Frente de Todos y recordó que hacía ya un año que el Presidente había definido que las candidaturas se definirán en las PASO de agosto. Es decir, no hay novedades al respecto. "Estamos gobernando, diciéndole a la gente lo que estamos haciendo, yendo a resolver sus problemas allí donde estén", bajó la portavoz, que dejó un mensaje para la competencia interna: "Si no incluye agravios personales y operaciones de prensa, que deberían estar fuera de la estrategia de debate, bienvenido sea".
La estrategia diagramada para Alberto alterna recorridas por el interior y el Conurbano. A la del miércoles en Chaco, le siguió el jueves en Ezeiza junto a la pareja gobernante Alejandro y Dulce Granados, el viernes toca Entre Ríos donde lo recibirá el gobernador Gustavo Bordet, el sábado pesentará en verano en Tecnópolis y luego iniciará la semana con otras recorridas por el interior: de nuevo en Entre Ríos y Tierra del Fuego. Esta actividad pública continua iniciada a comienzos del año tiene inquietos a varios en el Frente de Todos, en especial al ala kirchnerista, que se le ponen los pelos de punta la sola mención de una posible candidatura albertista.
El martes, en Merlo, Máximo Kirchner organizó una reunión del Frente de Todos bonaerense que en buena medida buscaba brindar una postal de apoyo al ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, en la polémica abierto con Alberto y sus funcionarios. "Si no vamos, nos aislamos. Si vas a hacer campaña te tenés que apoyar en Axel (Kicillof) y en los intendentes que van a estar ahí, sería tonto no ir", convenció Katopodis a Fernández de que estuviera allí un poco como su representante. Salió bien porque de la reunión surgió una foto bastante amplia y se licuaron las críticas. No quiere decir que los cuestionamientos no persistan
Para el kirchnerismo, no debe haber candidato más resistido que Alberto. Wado es quien tiene más ganas de probarse el traje del postulante del sector, pero las encuestas por ahora no acompañan. Massa, de diálogo diario con Cristina y Máximo Kirchner, es una opción potable pero para eso debe mostrar resultados más contundentes en materia económica. Los índices de inflación de enero y, algunos ya pronostican, también de febrero no exhibirían el descenso que anticipó, lo que podría sus intenciones en suspenso. Massa es el primero en reconocerlo y por eso en el encuentro en Merlo inisistió con que no debían ponerlo en ninguna lista de aspirantes.
Con Axel Kicillof concentrado en la provincia de Buenos Aires, sólo queda Alberto Fernández mostrándose en el ámbito nacional y recorriendo el territorio del país como ya lo hacen los candidatos de Juntos por el Cambio. Hace rato que dejó de hablar públicamente de la reelección y ahora su respuesta, invariable, es que no está pensando en eso. Está claro que hoy los sondeos no lo acompañan -el último trabajo de Zuban Córdoba mostró un 66,9% de desaprobación de la gestión nacional- ni cuenta con consenso interno para una postulación, por no mencionar la relación rota con la vicepresidenta. A propósito de esto, este jueves se habló de un intercambio de mensajes de Telegram entre ambos, algo que no sucedía desde hacía semanas.
En el equipo de gobierno avisaban que no era momento de resolver nada. "Es como cuando Cristina decidió ir por la reelección, designar a Amado Boudou como compañero de fórmula o a Daniel Scioli como candidato. No hay apuro. Hasta el último día hay tiempo para las decisiones", respondían. Mientras tanto, Alberto seguirá sin pausa en la tarea de convencer de que su gobierno no es "tan malo" como se lo pinta y que están sentadas las bases para el despegue argentino, que tendría su plataforma de lanzamiento en unos meses cuando se termine el gasoducto a Vaca Muerta. Justo, justito, en coincidencia con el momento de resolver las candidaturas.