"Vengo a elevar mi renuncia indeclinable al cargo de presidente del Partido Justicialista orden nacional con el que oportunamente me honrara", sostuvo Alberto Fernández en la carta que quedó oficializada este miércoles dirigida a los "compañeros y compañeras del Consejo Nacional Federal del Partido Justicialista". En uso de licencia desde marzo, el ex presidente terminó de definir su salida de la conducción partidaria que comenzar a circular en forma de fake news apenas se disparó el escándalo por las denuncias de su ex pareja Fabiola Yáñez por violencia de género. "Sí, me gustaría", respondió el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, cuando lo consultaron respecto a la posibilidad de que pase a ocupar la poltrona principal del PJ Nacional. Habló de impulsar un proceso de unidad interna que no signifique pensamiento único, ni corte la posibilidad de competencia. Las internas del PJ están convocadas para el 17 de noviembre, el día del militante.
"Tengo el deber y la necesidad de manifestar que esta decisión la tomo con el único propósito de no involucrar al partido en el que siempre milité en los hechos que falsamente se me endilgan", sostuvo Fernández en la misiva que le envió al apoderado del PJ, Juan Manuel Olmos, quien fuera vicejefe de Gabinete durante su gobierno. Desde su entorno, le aconsejaron al ex presidente que presentara por las suyas la dimisión, que algunos dirigentes habían comenzado a pedir a través de las redes. Días pasados había circulado una carta de renuncia apócrifa. En rigor, desde marzo Alberto no ejercía ninguna función en el PJ, pero aún figuraba como presidente en uso de licencia.
Si esperaba algún tipo de acompañamiento partidarios al complicado momento que atraviesa, Fernández no lo obtuvo. Incluso, resultó llamativo el fuerte comunicado distribuido por el PJ de la Ciudad, en el que Alberto milita desde hace muchos años, que expresó un repudio contundente a todo hecho de violencia de género, "provenga de donde provenga". Allí, reclamaban que Fernández le pusiera fin a su licencia y se lo apartara "definitivamente" de la presidencia del PJ Nacional, a fin de continuar con la reorganización votada en el último congreso nacional de la fuerza. Poco después se conoció la carta de renuncia. En ambas estructuras, el PJ porteño y el nacional, talla fuerte Olmos, un dirigente cercano a Fernández pero de buen diálogo con todos los sectores, incluyendo una fluida relación con Cristina Kirchner.
Desde el viernes pasado, cuando encabezó un multitudinario acto de jura de la nueva constitución provincial junto al gobernador Axel Kicillof como invitado especial, tomó nuevo impulso la posible candidatura del riojano Quintela para la presidencia del PJ Nacional. Un dato importante de ese encuentro realizado en el estadio Superdomo fue la participación de sectores diversos del peronismo: hubo vicegobernadores, intendentes, diputados y senadores nacionales de diferentes extracciones. Tanto Kicillof como Quintela plantearon un discurso de alcance nacional, levantando un modelo opuesto al de Javier Milei.
En una entrevista a Futurock, Quintela terminó de definir que le gustaría ejercer la conducción del peronismo para encarar la tarea de su reorganización. "De esto vamos a salir más fuertes", aseguró, respecto al shock sufrido por la derrota electoral. Volvió a comparar la estructura del justicialismo como "un gigante dormido" que necesita ser despertado para ponerlo de nuevo en marcha y ponga proa rumbo al objetivo final que es la búsqueda de la recuperación del poder mediante el voto popular. Al hablar de una unidad que no necesariamente implica coartar la posibilidad de presentarse a competir, abrió la puerta a una posible interna.
El PJ convocó a elecciones para el 17 de noviembre y la expectativa de máxima es que todos los sectores lleguen a un acuerdo para una candidatura de unidad. En ese sentido, Quintela estaría bien posicionado como representante del peronismo del interior pero con buen diálogo con todos. Con Kicillof ni hace falta aclararlo luego del acto con protagonismo compartido en La Rioja. Pero también con Cristina Kirchner, con quien habló tiempo atrás para comentarle su intención de apuntar a la presidencia del peronismo. "Dale para adelante y veamos", había sido la respuesta de la ex presidenta. La presencia sobre el escenario del Superdomo riojano de los senadores Oscar Parrilli y Juliana Di Tullio -muy cercanos a CFK- fue otro indicio en ese sentido.
Sin embargo, esta semana también apareció -como versión periodística- la supuesta aspiración del senador Eduardo "Wado" de Pedro para el mismo cargo. Si lo hiciera, tendría una mayor impronta cristinista dada la afinidad de Wado con la ex presidenta y su pertenencia a La Cámpora, la agrupación de Máximo Kircher, quien preside el PJ Bonaerense. Pero la versión periodística no fue confirmada y quedó como posibilidad, posiblemente en la lógica de la negociación de cuotas de poder. Curiosamente, Quintela fue el primer gobernador en apoyar la precandidatura presidencial del entonces ministro del Interior, una aventura que quedó trunca cuando Cristina finalmente bendijo a Sergio Massa como candidato de Unión por la Patria. En este caso, varios dirigentes aseguraban que se trataba de un globo de ensayo lanzado por el propio Wado para colocarse en la grilla de aspirantes.