Los diarios Clarín y La Nación en tándem con la oposición fueron parte de una operación a través de la cual buscaron instalar que desde la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia se practica espionaje ilegal. ¿El objetivo? Intentar darle sustancia a la defensa del ministro porteño Marcelo D’Alessandro, hoy con licencia del cargo, que denuncia que su celular fue manipulado por una maniobra de espionaje ilegal realizada por el kirchnerismo. Ambos matutinos porteños fueron denunciados penalmente por el interventor de la agencia, Agustín Rossi.
Luego que se conociera la segunda filtración de los presuntos chats que involucran a D’Alessandro, tanto Clarín, a través de Daniel Santoro, como La Nación, vía una nota de Joaquín Morales Solá, publicaron el 1 y 3 de enero, respectivamente, notas en las que denunciaron que “agentes militares trabajan en el servicio de inteligencia”. La intención fue instalar la idea que agita la oposición de la existencia de una supuesta Mesa Militar en el organismo de inteligencia que opera contra la oposición.
Ante esta acusación mediática, Rossi denunció a Clarín, La Nación, Santoro y Morales Solá. Según argumentó, en sus artículos de prensa publicaron secretos políticos y de Estado: “nombres del personal del organismo, como así también el cargo de uno de ellos y la función del otro, haciendo pública de esa manera, parte de la estructura organizativa de la Agencia”.
La información que aparece en las notas surge de la Comisión Bicameral de Inteligencia, que a pedido de los legisladores cambiemitas que la integran, había cursado el 12 de diciembre un pedido a la AFI en pos de erradicar cualquier referencia a la supuesta Mesa Militar. La AFI respondió el 28 de diciembre.
En la denuncia que hizo la AFI en Comodoro Py se aseguró que Morales Solá, en su artículo publicado el 3 de enero, y Santoro, en su artículo del 1º de mes, utilizaron frases textuales extraídas de la respuesta que la AFI brindó a la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos de Inteligencia tras el pedido de informe realizado por legisladores de la oposición, clasificada como “secreta”.
La nota de Santoro se tituló: “Denuncian operaciones de inteligencia ilegal sobre opositores y militares y apuntan a la AFI”. La de la Nación, fue más directa: “Agentes militares trabajan en el servicio de inteligencia”. La operación que se vislumbra en esas notas es clara: denunciar espionaje ilegal para direccionar las filtraciones del celular de D’Alessandro hacia la AFI actual. De hecho, el 2 de enero, tras la nueva filtración, el funcionario de la Ciudad denunció al diputado del FdT Rodolfo Tailhade por espionaje ilegal en los tribunales de Comodoro Py.
La estrategia del macrismo de denunciar “espionaje ilegal” se desplegó apenas se conoció el vuelo del Lawfare rumbo a Lago Escondido, la mansión del empresario británico Joe Lewis. Así se desprende de la primera filtración de presuntos chats que involucran a D’Alessandro, en los que en un grupo de chat que el funcionario porteño compartía con dos ejecutivos de Clarín, jueces federales, el ministro porteño, un ex espía y el jefe de los fiscales de la Ciudad se habla de denunciar espionaje ilegal para tapar las revelaciones periodísticas que daban cuenta del viaje a Bariloche.
En declaraciones radiales, el martes pasado Agustín Rossi afirmó: “La tapa del diario La Nación es una falacia. No existe ningún militar en actividad o retirado que sea miembro de la AFI. No existe ningún personal civil de las Fuerzas Armadas que este trabajando en la AFI, la realidad es que tanto Morales Solá como Santoro en Clarín se han tirado arriba de la granada, tratando de desviar la atención para proteger lo que resulta hoy difícil de explicar que es la connivencia entre el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, los grupos mediáticos y el espacio político de Cambiemos. Esto es lo que ha sucedido”.
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Y añadió: “La pregunta que me hago es por qué salen ahora con esto y no salieron cuando se filtraron los chats de Lago Escondido, bueno la respuesta es que salen con esto ahora porque la nueva filtración de los chats toca al presidente de la Corte. Construyen ese relato que es absolutamente inventado, además yo conteste las requisitorias que me hizo la Comisión de Inteligencia y sobre esas respuestas concluyen cosas que no dicen las respuestas y el título no tiene nada que ver ni siquiera con la propia nota”.
Luego, Rossi defendió el accionar del organismo a su cargo y lo comparó con cómo se manejó la agencia durante el macrismo cuando se realizaron tareas de inteligencia ilegal a mansalva, tal como se desprende de diversas causas judiciales: “El rol de la AFI es claro, no tienen nada que ver con el espionaje ilegal que se hicieron durante los años del macrismo. Lo que hace la AFI es producir inteligencia estratégica nacional al servicio de quienes conducen hoy el país que es el Presidente y los ministros, para mantener mayores niveles de soberanía y que el Estado tenga la posibilidad de tomar decisiones con el menor margen de error, todo lo demás es un invento que intenta tapar la verosimilitud que tienen los chats que se han conocido. Yo entiendo que se puede dudar de los chats, pero después las cosas sucedieron como dicen los chats”.
En la misma línea se manifestó Leopoldo Moreau, presidente de la Comisión Bicameral de Inteligencia, quien tuiteó el miércoles: “Morales Sola, Santoro y dirigentes de JxC siguen con la sarasa de la ‘Mesa militar’ mientras tanto todos saben que es una interna del PRO que se mezcla con la interna de la Corte y la revancha de ex espías de la AFI macrista a los que le soltaron la mano”.