Por presión de aliados, el gobierno le dará el puntapié inicial al debate por la privatización de Aerolíneas Argentinas. Las iniciativas corresponden al PRO, que llevó este tema a la mesa parlamentaria que comparten con el Ejecutivo, en Casa Rosada, y a la Coalición Cívica que, en el último tiempo, tuvo una postura de confrontación con La Libertad Avanza. Tal vez, este sea uno de los ítem que vuelvan a emparentar al oficialismo con un sector importante de la oposición que se mostró en contra de ciertas medidas gubernamentales.
El miércoles a las 11 de la mañana se reunirán las comisiones de Transporte y Presupuesto y Hacienda de la cámara de Diputados, a donde fueron invitados distintos funcionarios para exponer sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas. Se analizarán dos proyectos y el futuro del dictamen de mayoría, el primer desafío para el oficialismo y aliados, dependerá de muy pocos legisladores.
No será un trámite sencillo para ninguno y quienes se oponen a vender la empresa dependen de muy pocos para impedir el avance de los privatizadores. En la comisión de Transporte hay 31 miembros, de los cuales son necesarias 16 firmas para conseguir el dictamen de mayoría. Unión por la Patria tiene 13 sillas para ir en contra de las iniciativas, sumada a otra del socialismo, la de Esteban Paulón. Por lo tanto, habría 14 firmas en contra de entregar la compañía en los términos establecidos.
Del otro lado, el gobierno tiene cinco miembros que sumaría a otros cinco del PRO, que votaron a favor de las privatizaciones cuando se discutió la ley Bases. La UCR posee cuatro sillas, también ellos acompañaron la entrega de la empresa a fines de abril, al igual que el voto de Innovación Federal y otro de Encuentro Federal. El representante de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, había estado ausente cuando se aprobó la entrega, pero firmó, junto a otros colegas, un proyecto en ese sentido.
Los dos votos que podrían ayudar a la oposición a no vender Aerolíneas son, justamente, los de Ferraro y el del radical Jorge Rizzotti, que acompañó el listado de privatizaciones hace casi cinco meses.
En Presupuesto, en tanto, hay 48 miembros y, para conseguir la mitad más uno, harán falta 25. Unión por la Patria, la Izquierda y el socialista Esteban Paulón suman 22 votos, mientras que La Libertad Avanza y aliados como el PRO y la UCR alcanzan los 19. Encuentro Federal daría otro acompañamiento, al igual que Innovación Federal, con sus dos representantes. El MID y Producción y Trabajo sumarían otros tres.
La Coalición Cívica presentó, el viernes, un nuevo proyecto para privatizar la empresa. El bloque ya había ingresado un texto en este sentido, pero más amplio, a principio de año. Alcanzaba, entonces, a 37 compañías pero, “en virtud de los acontecimientos recientes, consideramos pertinente presentar un proyecto específico que aborde exclusivamente la privatización de Aerolíneas, a efectos de facilitar el debate parlamentario y permitir un tratamiento más ágil”, argumentaron.
Para los lilitos, es necesario avanzar con privatizaciones a causa del “perjuicio que el sostenimiento de las empresas en manos del Estado genera en las finanzas públicas, los marcos regulatorios y la competencia”. Propusieron que “tanto las empresas que serán privatizadas -hasta que se concrete dicha privatización- como aquellas que, por su carácter estratégico, se mantengan en manos del Estado, deben ser gestionadas con criterios de buen gobierno y eficiencia, tal como sucede en las empresas privadas”.
Entre los elementos negativos, se mencionó el “déficit”, las transferencias del Tesoro, el endeudamiento y la corrupción. Para este sector, “las privatizaciones deben propender a la mayor calidad de los bienes y servicios prestados, procurando que sean más eficientes y más económicos”.
Juan Manuel López, presidente del bloque en la Cámara Baja, defendió la posición de su espacio. En LN+, aseguró que gracias al debate de la ley Bases “no hay adjudicación directa, hoy todo tiene que ser por licitación, con procesos abiertos” y que la cuestión Aerolíneas debe debatirse en el Congreso.
Para el legislador, en Diputados “puede pasar (aprobada); ojalá no se trabe en el Senado”. Argumentó “estamos por debajo del promedio de pasajeros que la región en avión, cuando había empezado a crecer, desde 2011, pero se mostró claramente entre 2015 y 2019 cómo crecía”. Según López, “no hay razones para estar atados a una aerolínea de bandera; ya en el mundo no quedan aerolíneas de bandera, salvo en los países árabes, en Rusia, en China y en algún lugar de Europa”.
El otro proyecto a trabajar es el del PRO, ya mencionado por este portal. La firma cabecera es la de Hernán Lombardi y persigue el mismo objetivo que el de la Coalición Cívica. En el texto, los amarillos despotricaron contra el “gasto” que implica la aerolínea y la cantidad de personal que tiene para funcionar.
“Hay casi 15 pilotos por cada avión operativo”, sostuvieron para mantener abierta la pelea con el sindicato. Con el fin de profundizar el sentido común, buscaron argumentar que la compañía se utilizó para “acomodar militancia partidaria” que, junto a la “extorsión” de gremios, costaron “millones de dólares a todos los argentinos”.
Además, según el macrismo, “viajar con la aerolínea de bandera se ha convertido en un privilegio reservado para unos pocos, financiado por aquellos que apenas logran cubrir sus necesidades básicas”, contraponiendo este servicio al de las low cost. Por eso, para alcanzar la “eficiencia comercial”, se pidió vender la empresa.