Cristina Kirchner convocó a la sesión especial para aprobar el acuerdo

Luego de la aprobación del dictamen en comisión por 15 votos a favor y solo dos disidencias, el Senado se apresta a tratar el programa acordado con el FMI. La vicepresidenta convocó a sesión especial para este jueves a las 14. Lo votarían entre 57 y 59 senadores sobre 72. 

15 de marzo, 2022 | 22.37

La vicepresidenta Cristina Kirchner le puso la firma a la convocatoria a una sesión especial en el Senado, este jueves a las 14, para aprobar el programa acordado con el FMI. Para habilitar esta sesión sobre tablas necesita de la colaboración de Juntos por el Cambio que dará una respuesta luego de la reunión de bloque del miércoles. La comisión de Presupuesto necesitó poco más de diez minutos para sacar dictamen por 15 votos afirmativos y apenas dos disidencias, incluyendo algunos comentarios positivos de parte de legisladores de la oposición, que valoraron la exposición del día anterior del ministro Martín Guzmán. Los rechazos fueron por parte de un sector de la bancada del Frente de Todos, que el martes mantuvieron un encuentro con el historiador belga Eric Toussaint, presidente del comité para la abolición de las deudas ilegítimas.

Luego de que Guzmán disipara las dudas acerca de una posible suba de retenciones a los granos, los senadores de Juntos por el Cambio ratificaron su apoyo al proyecto que vino de Diputados, que escuetamente habilita al Ejecutivo a firmar la renegociación de la deuda con el Fondo, sin incluir los anexos de las políticas acordadas. "Quiero poner en valor la enorme responsabilidad de la oposición que pudimos encontrar una salida y votar un proyecto que estamos considerando en esta reunión", sostuvo el radical chaqueño Víctor Zimmermann. El jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, adelantó también el acompañamiento del oficialismo "aunque con algún disidente". Fueron dos: la bonaerense Juliana Di Tullio y la santacruceña Ana María Ianni, ambas alineadas con la vicepresidenta.

 

La expectativa del Gobierno es repetir la amplia mayoría de la aprobación de la semana pasada en Diputados. "Viene con un respaldo amplio", subrayó Mayans, quien si alguna vez se mostró dubitativo sobre el acuerdo, ahora ya no. Destacó que debe ser aprobado con rapidez para que esté listo antes de los vencimientos del lunes y martes que viene, por unos 3.200 millones de dólares. Una vez votado, el acuerdo será enviado al directorio del FMI para que lo refrende. Cristina, quien recibió a organismos de derechos humanos por el mes de la Memoria, firmó luego el decreto convocando a la sesión especial para el jueves. Dado que no se van a cumplir los siete días necesarios desde el dictamen, se necesitará que los dos tercios de los senadores estén sentados en sus bancas por lo que el Frente de Todos requerirá de la colaboración de Juntos por el Cambio. 

"No tenemos la decisión tomada de si vamos a habilitar o no los dos tercios", dijo el jefe del bloque radical, Luis Naidenoff, poniendo un poco de suspenso. Desde Juntos por el Cambio buscarán sacar todo el jugo posible a la división que genera este tema en el oficialismo y la necesidad del Ejecutivo de contar con la buena predisposición opositora. También apuntan así a ocultar su responsabilidad en la exorbitante toma de deuda en dólares que renegocia el acuerdo y que comprometerá la economía del país por años. Se espera que anuncien su voluntad de habilitar el debate luego de la reunión del interbloque de este mediodía.

Poroteo y rechazos

De acuerdo a los últimos conteos, además de los 33 votos de Juntos por el Cambio, el acuerdo recibiría entre 20 y 22 apoyos del Frente de Todos. A esa amplia mayoría todavía deberían sumarse los cuatro senadores de partidos provinciales, con lo que la cuenta llegaría a entre 57 y 59 votos a favor sobre un total de 72, algo así como el 80 por ciento de la Cámara. 

Un funcionario del Ejecutivo que viene trabajando en la recolección de apoyos, destacaba el amplio nivel de respaldos conseguido por el dictamen y celebraba por adelantado el resultado de la sesión, incluso con las diferencias internas que quedarán de nuevo a la vista. "Lo importante es superar rápido este tema y ponernos a trabajar al otro día en resolver la inflación y la situación del Frente", analizaba. Más allá de su alineamiento con el Presidente, sostenía que "Alberto tiene que llamar a Cristina y reunirse con ella" más pronto que tarde, para evitar que episodios como los de estos días se repitan y asegurar la proclamada unidad del Frente de Todos.

Antes, sucederá la sesión del jueves. A diferencia de lo ocurrido en Diputados, cuando Máximo Kirchner y los demás legisladores del kirchnerismo que votaron en contra no explicaron su voto, esta vez se rumorea que habrá mensajes justificando las disidencias. De hecho, los senadores del oficialismo Oscar Parrilli, Guillermo Snopek, María Inés Pilatti Vergara y Matías Rodríguez, junto a los diputados Itaí Hagman, Paula Penacca, Gabriela Estevez y Florencia Lampreabe, se reunieron este martes con el economista y politólogo Eric Toussaint, un especialista en cuestionamiento de las deudas consideradas ilegítimas. 

“Argentina tiene la oportunidad de suspender los pagos y declarar la deuda odiosa”, afirmó Toussaint. El historiador coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por el Parlamento griego, que funcionó entre abril y octubre de 2015 hasta que fue desactivada. También integró la Comisión de Auditoria Integral del Crédito de Ecuador en 2007-2011 y actualmente preside el Comité para la abolición de las deudas ilegítimas (CADTM). 

"En 2019 el Gobierno podría haber suspendido los pagos y haber lanzado una auditoría para conocer los tramos ilegales de la deuda, pero no lo hizo. Perdió una oportunidad", declaró días atrás Toussaint, en una audiencia pública convocada por el bloque de diputados del FIT.  “Es un crédito odioso, que es contratado en contra del interés de la ciudadanía. Todos saben que en ese acuerdo están previstas las visitas trimestrales del FMI, que va a monitorear los términos del acuerdo respecto al déficit presupuestario admitido y esto traerá como consecuencias exigencias en término de recortes, de reformas estructurales. Aunque no son definidas hoy, lo serán durante el proceso, lo que lo hace más antidemocrática aún, porque no sabemos lo que va a ocurrir. Sabemos que las presiones vendrán y condicionarán el desembolso siguiente a un acuerdo con el gobierno", declaró el belga en ese encuentro. Todos conceptos que probablemente formen parte de los argumentos del sector del oficialismo que votará en contra del acuerdo, que se calcula será entre 13 y 15 senadores.

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