La ex presidenta y ex vicepresidenta, Cristina Kirchner, despidió en sus redes sociales a Abel Madariaga, secretario de Abuelas de Plaza de Mayo cuya muerte fue anunciada este martes por la organización de derechos humanos. Abel se había encontrado en 2010 con su hijo, Francisco Madariaga, quien había sido robado durante la última cívico militar y quien falleció en 2020.
"Hoy se fue el querido Abel Madariaga, pero no nos pongamos tristes: volvió a encontrarse con Francisco, ahora para siempre", tuiteó la ex presidenta el martes por la noche, a la vez que compartió una foto de Abel y Francisco Madariaga.
También despidió a Madariaga el senador de Unión por la Patria Eduardo "Wado" de Pedro, hijo de desaparecidos. "Abel es parte de la vida de muchos de nosotros. Esa simpleza y esa rudeza de un buen tipo era lo necesario para dar un buen empujoncito. Todos los que lo conocimos, los que pasamos por el mundo de Abuelas, nos quedamos con el mejor de los recuerdos. Una vida de lucha, de convicciones, siempre peleando por la restitución de nuestras hermanas y hermanos apropiados, siempre del lado de la Verdad y la Justicia. Vamos a seguir con el legado de Abel, con la lucha de las Abuelas, buscando a los nietos y las nietas que faltan, recordando y militando la Memoria de los 30 mil", expresó De Pedro.
En el comunicado con el que se informó la muerte de Madariaga, Abuelas de Plaza de Mayo contó: "Tras la desaparición de su pareja, Silvia Mónica Quintela –embarazada de cuatro meses–, el 17 de enero de 1977, Abel debió esconderse en el país, después en Uruguay y en Brasil, hasta que la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) le otorgó asilo en Suecia. Pero no se pudo adaptar, entonces se fue a vivir a México". Y siguió: "Allí, gracias al testimonio del sobreviviente Cacho Scarpatti, a quien ya conocía de la militancia en la Juventud Peronista (JP) y Montoneros, supo que Silvia había dado a luz a un varón, por cesárea, en Campo de Mayo".
"El 17 de febrero de 2010, en una noticia que recorrió el mundo, Abel al fin encontró a su hijo, Francisco, y apenas se vieron por primera vez, se fundieron en un abrazo interminable. Padre e hijo lograron forjar una relación, interrumpida por la prematura muerte de Francisco –fruto de sus problemas de salud– en septiembre de 2020", siguió Abuelas, y agregó: "'Tío Abel', le decían muchos nietos, por el amor que les prodigaba y por la forma en que los contenía. También lo recordaremos, con cariño, por su mal humor y sus puteadas. Fue, asimismo, el primer hombre en integrar la Comisión Directiva de Abuelas. 'Se nos hizo indispensable', dijo Estela de Carlotto alguna vez, en referencia a Abel. Siempre recordaremos su testimonio en el primer megajuicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo, el mayor centro de exterminio de la dictadura. 'Viví 32 años y medio con un agujero en el alma. Es algo difícil de transmitir tener un hijo apropiado. Es un desaparecido con vida –afirmó ante el tribunal–. Apenas lo vi a Francisco noté el parecido físico, las manos, y el abrazo que nos dimos me sanó el alma'. Queremos evocarlo así, con el alma en paz después de tanta vida y lucha. Abrazamos a sus familiares, amigos y compañeros. ¡Hasta la victoria siempre, querido Abel!".