Complicidad con la dictadura: Dos querellas recurren a la Corte por el rol civil en el caso Mercedes Benz

Juan Ronaldo Tasselkraut, exgerente de Producción de Mercedes Benz, fue acusado por el secuestro en 1977 de 7 trabajadores con militancia sindical. El ejecutivo fue procesado por 2 casos pero en los restantes 5 le dictaron el sobreseimiento. Esto último fue recurrido por el CELS y la Secretaría de DDHH de la Nación ante Casación para llegar a la Corte. Este miércoles el planteo fue aceptado. Los secuestros fueron parte de un plan trazado por el directorio de la firma para establecer el “orden” en la planta de González Catán.

24 de marzo, 2023 | 00.05

A 47º años del último golpe de Estado, la complicidad civil con el terrorismo de Estado sigue sin ser profundizada por la Justicia en los casos de lesa humanidad. Una de las causas paradigmáticas en materia de participación empresarial es la de Mercedes Benz, que lleva dos décadas abierta. Por una decisión que la Cámara Federal de la Casación Penal tomó este miércoles a pedido de dos querellas, la Corte Suprema deberá intervenir para analizar el rol de un ejecutivo de la automotriz. Se suma así al caso de los directivos de Ford, que el Alto Tribunal tiene hace un año.

Juan Ronaldo Tasselkraut, exgerente de Producción de Mercedes Benz, fue acusado de participar en el secuestro de siete trabajadores y delegados de la empresa, de los cuales seis permanecen desaparecidos. Las víctimas, que tenían militancia sindical, fueron llevadas a El Campito, el centro clandestino de detención y tortura que funcionaba en Campo de Mayo. Por eso el caso Mercedes Benz integra la megacausa Campo de Mayo.

Todo indica que los secuestros fueron parte de un plan trazado por el directorio de la firma para establecer el “orden” dentro de la planta industrial. Tasselkraut era un actor clave en ese proceso: era la autoridad máxima y estaba profundamente involucrado en conocer qué trabajadores de la planta tenían posibilidad de generar conflictos gremiales.

Tasselkraut, que dirigía la fábrica de Mercedes Benz ubicada en González Catán, fue procesado en dos casos a instancias de la Cámara Federal de San Martín pero en los restantes cinco fue sobreseído. Los sobreseimientos fueron confirmados por la Casación, que ahora otorgó a las víctimas el acceso a la Corte Suprema para discutir esa cuestión.

La sala II de la Casación, integrada por Alejandro Slokar, Ángela Ledesma y Guillermo Yacobucci –quien votó en disidencia-, concedió este miércoles los recursos extraordinarios interpuestos por las querellas constituidas por la Secretaría de DD.HH. y el Centro de Legales y Sociales (CELS) para llegar a la Corte y discutir los sobreseimientos que recibió Tasselkraut en 5 hechos. En diciembre pasado, la misma sala II pero con los votos de Yacobucci y Carlos Mahiques (uno de los jueces que viajó a Lago Escondido invitado por Clarín) había declarado inadmisibles los planteos de las querellas contra el sobreseimiento de Tasselkraut sin escuchar a las víctimas. Entonces, Slokar no integraba la sala porque presidía el máximo tribunal penal del país. Ahora, una nueva mayoría hizo lugar al pedido de la querellas.

Tasselkraut está procesado por ser considerado partícipe del secuestro de dos víctimas: Héctor Ratto –el único sobreviviente- y Diego Núñez. Este procesamiento será revisado por la misma sala II de la Cámara de Casación que deberá ratificarlo o revocarlo. Si lo ratifica, Tasselkraut será enviado a juicio por esos dos hechos. 

Está claro que existió un vínculo estrecho entre la empresa Mercedes Benz y las Fuerzas Armadas. “La empresa le regalaba camiones al Ejército, sponsoreaba la revista de los militares, tenían trato directo con las Fuerzas Armadas”, indicaron fuentes con acceso a la causa. E indicaron que Tasselkraut, en calidad de director de la empresa de González Catán, partido de La Matanza, representaba los intereses de la empresa cuando llegaban los camiones del Ejército. “Hay testimonios como el de Ratto en el Juicio a las Juntas y en los Juicios por la Verdad donde se da cuenta no solo de la complicidad sino directamente de la participación de la empresa con la dictadura. Tenían los mismos intereses”, añadieron.

Tasselkraut fue procesado por dos hechos por decisión de la Cámara Federal de San Martín porque en primera instancia, la jueza Alicia Vence había dictado el 20 de abril del año psado su sobreseimiento por los siete casos en los que estaba acusado. La indagatoria del directivo de Mercedes Benz fue pedida durante años por las querellas pero la justicia era reticente a avanzar en su contra. Además de Tasselkraut también estaba acusado Rubén Cuevas, ex gerente de Asuntos Jurídicos de Mercedes Benz. Fue tal la lentitud que cuando se ordenó la indagatoria Cuevas había fallecido. Se impuso una vez más la impunidad biológica como sucedió en el caso emblemático de Carlos Blaquier, dueño de la empresa Ledesma, quien falleció recientemente a los 93 años sin ser condenado. En esta línea debe agregarse que la Corte tiene hace un año el caso Ford, donde hay dos civiles condenados.

Tasselkraut fue procesado en los casos de Ratto y Nuñez porque se comprobó su participación directa en esos secuestros. El 12 de agosto de 1977, Ratto fue retenido por el directivo de la automotriz y dos integrantes de un grupo de tareas que lo habían ido a secuestrar. Se lo llevaron de la planta de González Catán en camiones del Ejército. Tras pasar por comisarías, el 17 de agosto de aquel año fue llevado a El Campito. Ratto identificó a Tasselkraut. Y estando secuestrado en  la oficina del ejecutivo escuchó cómo este daba el domicilio de Nuñez, que Ratto conocía. Nuñez fue secuestrado pocas hora más tarde, a las 5 de la mañana del 13 de agosto. Fue arrancado de su domicilio, en los monoblocks de Ciudad Evita.

Las otras cinco desapariciones ocurrieron en la misma semana. Se trata de los casos de Fernando Omar del Contte, Alberto Gigena, Jorge Alberto Leichner Quilodrán, Juan José Mosquera y Alfredo Francisco Arenas, todos trabajadores de Mercedes Benz que permanecen desaparecidos.

Estando en El Campito, Ratto fue torturado con picana eléctrica, golpes y le practicaron un simulacro de fusilamiento.  Fue interrogado sobre personas que habían trabajado en Mercedes Benz y que, según los torturadores, tenían conexión con el Ejército Revolucionario del Pueblo. Estuvo secuestrado en Campo de Mayo hasta el 2 de septiembre de 1977, cuando fue trasladado a la Comisaría de Ramos Mejía, donde permaneció hasta el 8 de marzo de 1979. Allí fue liberado.

Para las querellas hay indicios claros de la responsabilidad empresarial en lo que hace a los 7 casos. Por ejemplo, extrabajadores y delegados que fueron víctimas del terrorismo de Estado señalaron que desde Mercedes Benz Argentina se aportaron listados y direcciones de quienes luego eran detenidos ilegalmente. Por eso recurrieron los 5 casos que en los que el directivo de la Mercedes Benz fue sobreseído.

Para los fiscales Miguel Blanco García Ordás y Hugo Bogetti, que impulsaron la acusación de Tasselkraut en las instrucción de la causa, "abundan los documentos y testimonios que sostienen que la brutal represión de la dictadura perseguía un innegable objetivo económico, para cuyo logro resultaba indispensable la intervención de sectores empresarios y sindicales que reclamaran la intervención de las esferas represivas o cuanto menos lo alentaran o encubrieran".

Revés para el represor Donda

La sala II  de la Cámara Federal de Casación también resolvió el miércoles rechazar la reducción de pena otorgada al represor Adolfo Donda a través del sistema de "estímulo educativo". A este genocida condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad el TOCF 5 lo había beneficiado con una reducción de cuatro meses y medio de la pena.

La Casación, con los votos de Slokar y Yacobucci –Ledesma en minoría- hizo lugar al planteo del Ministerio Público Fiscal y resaltó que "los crímenes de esta laya resultan imprescriptibles, no pasibles de indulto ni amnistía, tampoco puede conmutarse o reducirse la respuesta punitiva impuesta".

Donda se encuentra condenado a prisión perpetua en la megacausa ESMA por ser responsable de secuestros, torturas, homicidios y robo de bebés en perjuicio de alrededor de 400 víctimas. Su hermano, José María Laureano Donda Tigel, fue secuestrado a los 21 años junto a su pareja, María Hilda Pérez, por ese entonces embarazada, María Hilda dio a luz a una niña en 1977 en la maternidad de la ESMA, Victoria Donda, que recuperó su identidad en el año 2004. Adolfo Donda está siendo juzgado en la actualidad por la apropiación de su sobrina.

"El otorgamiento indebido de estos beneficios puede eventualmente conducir a una forma de impunidad, particularmente cuando se trate de la comisión de violaciones graves de derechos humanos", sostuvo Slokar en su voto.