Peronismo, Turismo social y el derecho a conocer el mar

31 de julio, 2022 | 00.05

Esta semana, en el acto por el 70° aniversario de la muerte de Eva Perón, el Presidente Alberto Fernández reinauguró el Hotel 6 de la Unidad Turística de Chapadmalal, ubicado frente al mar a 35 kilómetros de Mar del Plata. El edificio estuvo cerrado durante 15 años, y para ponerlo en condiciones se trabajó de forma articulada entre el Ministerio de Turismo y Deportes de La Nación y la Secretaría de Obras Públicas.

El trabajo en la Unidad 6, hasta la fecha, requirió una inversión de 185 millones de pesos y forma parte de un plan de restauración integral de puesta en valor del turismo social que contempla tanto el predio de Chapadmalal, como la Unidad Turística Embalse, en Córdoba. Se hicieron trabajos de renovaciones eléctricas, carpintería, instalación de ascensores para personas con discapacidad, pintura, adquisición de equipamientos, y restauración del mobiliario.

El predio de la Costa Atlántica está compuesto por nueve hoteles y 19 bungalows, que hoy corresponden a la Villa Presidencial. Junto con la reapertura del hotel 6 se encuentran en marcha obras de reacondicionamiento de los hoteles 4, 7 y 8, que  pronto volverán a funcionar, y aún se están planificando obras para los hoteles 3 (con financiamiento internacional) y 9, y la Casa de Té del complejo. En los hoteles 1, 2 y 5 se han renovado techos, carpinterías, instalación eléctrica y sanitarios, se han reacondicionado ascensores y baños, con criterios de accesibilidad. “El objetivo final de las obras es la reapertura integral del conjunto, con un total de 4400 plazas, destinadas exclusivamente a la finalidad del turismo social”, señala Inés Albergucci, subsecretaría de Calidad, Accesibilidad y Sustentabilidad del Turismo Nacional.

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La Unidad Turística de Embalse, en las sierras cordobesas, tiene por su parte siete hoteles y 50 casas con una capacidad cercana a las 3000 plazas. En este momento se encuentran tres hoteles en obras junto a los 36 bungalows, proceso que podría culminar entre el 2022 y 2023. La inversión total por las mejoras de infraestructura, equipamiento y servicios, de ambos complejos, incluyó más de 5.300 millones de pesos y 15 millones de dólares de crédito internacional, según información oficial del Ministerio que encabeza Matias Lammens

“La reapertura del Hotel 6 es una forma de continuar con el proceso iniciado, y parte de un plan de restauración integral que lleva a cabo el Ministerio de Turismo y Deportes desde 2019, con el objetivo de volver a darle al turismo un rol esencial en la promoción de los derechos sociales, dejando atrás el estado de abandono en que se encontraban muchas de las instalaciones del complejo”, indica la Subsecretaría.

En noviembre de 2020, después del peor momento de la pandemia, el turismo social volvió a reactivarse tanto en Chapadmalal como en Embalse cuando ingresaron los primeros huéspedes. Los hoteles brindan servicios de gastronomía y recreación, y cuentan con instalaciones para actividades deportivas y culturales. Uno de los principales objetivos planteados por la gestión de Lammens es el fortalecimiento del turismo social como política que permita democratizar el bienestar y que cada vez más sectores de la población, entre ellos los de menores recursos, puedan acceder al derecho. 

“El turismo social es aquel que permite que cualquier persona, independientemente de sus condiciones socioeconómicas, físicas, de género, entre otras, pueda acceder a sus vacaciones, su descanso, bienestar y tiempo libre –explica Albergucci– el turismo es una actividad económica esencial, genera millones de empleos, dinamiza economías regionales, valora la identidad, cultura o patrimonio de un lugar. Pero también es un derecho, el derecho al descanso y bienestar. Para eso el Ministerio tiene a su cargo la prestación de servicios accesibles a la población privilegiando a los sectores vulnerables”.

Los distintos programas de turismo social requieren de la articulación del Ministerio con otras instituciones y organismos como Desarrollo social, PAMI, Educación, áreas de género de organismos nacionales, provinciales o locales, áreas de discapacidad, e instituciones sociales con anclaje territorial en barrios más postergados. En 2022 se duplicó la cantidad de visitantes en los complejos, con relación a 2019, y se calcula que, solo durante este año, visitarán las unidades turísticas cerca de 100 mil personas.

Luego de la reapertura, el Hotel de Chapadmalal será reestrenado en los primeros días de septiembre con alumnos de escuelas de todo el país que se irán de viaje de egresados y de estudio. En estos años se quintuplicó la cantidad de escuelas y organizaciones educativas que visitaron las unidades turísticas, incrementando el número de 96 a 500. Desde el Ministerio proyectan que durante este año entre 20 mil y 25 mil estudiantes y personas de organizaciones educativas visitarán las Unidades.

En la Provincia de Buenos Aires, a principios de 2020, se creó el Programa “Mar para todas” que permitió a cientos de mujeres y personas LGBTI+ en procesos de salida de las violencias por razones de género viajar a Chapadmalal, permanecer en la Unidad y conocer el mar. Mientras el Estado las acompaña con diferentes herramientas en su proceso, pueden viajar, tener un espacio de disfrute, bienestar, de aprendizaje y desarrollo personal. Pudieron disfrutar de las instalaciones grupos del municipio de Almirante Brown, de Berisso, Ensenada, y otras localidades.

Los contingentes de personas mayores organizan los viajes a través de instituciones como Centros de Jubilados o Clubes, enmarcados en PAMI. “Las personas mayores pueden viajar todo el año, aunque por tradición y una forma de organizar mejor sus estadías, lo priorizamos en temporada media o media baja, es decir entre los meses de abril, mayo y junio y luego en agosto a octubre aproximadamente. Los viajes de las personas mayores son muy esperados en las Unidades Turísticas, en Embalse, porque moviliza mucho en términos económicos; son quienes más realizan bailes, festivales, hacen excursiones, etc.”, detalla la funcionaria.

Detrás de esos contingentes multitudinarios se esconden historias de vidas y carencias, por eso los complejos y el turismo social tienen una relevancia emocional significativa. “En términos simbólicos implica para muchas personas la primera experiencia de cuidado, de atención y de disfrute. Tal vez es la primera vez que alguien les sirve la comida, les tiende la cama, y para muchos es la posibilidad de conocer el mar.  Una vez, una señora de un comedor comunitario de Quilmes me contó muy emocionada lo bien que la habían tratado. Ella tenía miedo que ‘los miraran mal’, que por ser de la villa ‘les tuvieran miedo’. Y sin embargo, había sentido buen trato y amorosidad, se sorprendía de sentarse en la mesa y ser ella quien fuera servida. Me contó también que estaba angustiada, porque se había olvidado toallas y no le iban a alcanzar, y se sorprendió cuando encontró que eso estaba a los pies de la cama del hotel”, recuerda Inés. 

Hay parejas y familias que se formaron en los complejos. “Un chico de la Villa 1.11.14, que conoció Embalse a través de su viaje de estudios, conoció a una persona, se enamoró, y se fue a vivir allá. Terminó el secundario a través del Fines y comenzó a trabajar en una de las empresas adjudicatarias de servicios, y hace aproximadamente uno o dos años está trabajando en la Unidad turística. Es una historia que nos conmueve porque nos enseña que nunca es tarde -relata Albergucci emocionada, quien también reconoce que a través de las experiencias identifican los aspectos para mejorar- trabajamos mucho para que esto sea cada vez mejor. Queremos desterrar cualquier idea de un turismo pobre para pobres, queremos el mejor turismo para los que menos tienen”.

Como indica la subsecretaría, “la historia de los complejos y del turismo social es también la historia de nuestro país. En dictaduras o gobiernos de corte neoliberal, el abandono de los hoteles, y la desinversión fueron los rasgos centrales hacia el turismo social”. Es que la reapertura del hotel 6 de la Unidad de Chapadmalal estaba planificada ya en 2014, pero fue paralizada por la administración de Mauricio Macri, y recién se pudo retomar en 2020.

Para comprender el valor político, histórico y social de estos espacios hay que remontarse a su origen. Las Unidades Turísticas de Chapadmalal (Provincia de Buenos Aires) y Embalse (provincia de Córdoba), comenzaron a construirse en 1945, en la primera presidencia de Juan Domingo Perón, a partir del Ministerio de Obras Públicas. Fueron operadas por la Fundación Eva Perón con el objetivo de fomentar e impulsar el turismo social. En esos años más de 8 mil personas de todas las provincias pasaban cada semana por los 9 hoteles del complejo. “Significó para miles de familias trabajadoras, muchas veces por primera vez, el acceso a las vacaciones, momento de descanso y disfrute. Se trató de un elemento fundamental de las políticas sociales del primer peronismo y de la obra de Evita por los más humildes”, destaca Inés.

Durante la década de los 90’s, después de los Panamericanos Mar del Plata '95 cuando el complejo funcionó como Villa Olímpica, comenzó un proceso de abandono y desidia de la política. Durante el gobierno de Cristina Kirchner, en 2013, el complejo fue declarado Monumento Histórico y de esa manera se enmarcó en la ley 12.665, que protege Museos, Monumentos y Lugares Históricos. A partir de esa medida se estableció la prohibición de hacer variaciones edilicias o de uso sin la intervención de la Comisión de Monumentos Históricos.

Con la llegada de Mauricio Macri al Gobierno Nacional cambió profundamente la mirada sobre esta área y se redujo el presupuesto: en 2015, según información oficial de Turismo, el presupuesto destinado a turismo social (Prestaciones Turísticas) rondaba el 28% de participación del presupuesto total. Esa cifra pasó a ser solo del 8% en 2019. En términos de plazas disponibles se pasó de 3700 en Chapadmalal y 2970 en Embalse, en 2015, a 1000 y 950. La cantidad de visitantes se achicó un 72 % en 4 años.

Albergucci indica que cuando llegaron al Ministerio en 2019 se encontraron con un panorama desolador: “Se cerraron hoteles, recibimos apenas 3 hoteles por Unidad turística disponibles para turismo social. Eso profundizó el estado de deterioro de la infraestructura, haciendo aún mucho más costosa y difícil su acondicionamiento y apertura. Además se abandonaron las estrategias institucionales de articulación entre Ministerios, como por ejemplo PAMI, Ministerio de Educación, de Cultura, vaciando de ofertas culturales, educativas, deportivas, entre otras, a los Complejos”.

Uno de los puntos más graves fue la cesión de hoteles a otras instituciones, para otros usos. Mauricio Macri utilizó la quinta presidencial en varias oportunidades como sede de los retiros espirituales del gabinete. Pero eso no fue lo más grave: el 20 de septiembre de 2018 a partir de la resolución 392 se autorizó en el lugar la creación del Centro de Formación de Gendarmes. De esta manera durante el macrismo en el Hotel 5 funcionó un destacamento de Gendarmería  y Patricia Bullrich instaló un centro de formación de gendarmes en los hoteles 7 y 8. La decisión de cambiar turistas por 500 gendarmes no se trató solamente de un gesto político contundente, sino que además violaba la Ley  12.665. 

En 2019 apenas asumió Alberto Fernández tomó la decisión de modificar esa situación. A partir de la resolución 1231/2019 , firmada por Sabina Frederic, se derogaron una serie de protocolos de la gestión de Cambiemos en Seguridad y se ordenó que el predio vuelva a su estado anterior, y en 2020 comenzaron los trabajos de puesta en valor.

El museo Eva Perón que funciona en el Hotel 5 es un espacio impulsado por un grupo de trabajadores y trabajadores con el objetivo de preservar el valor original de los complejos. Las estructuras y buena parte del mobiliario guardan la esencia de aquellos tiempos gloriosos donde brillaba la labor de la Fundación Eva Perón, por lo que hoy al predio de Chapadmalal representa en un ícono histórico de la reivindicación del peronismo y la justicia social.  “Además, a través del museo se busca que las personas conozcan mejor el origen de los complejos y del turismo social, una parte importantísima de todo lo que significó la obra de Evita, a través de la fundación, en la asistencia y ampliación de derechos”, resalta la Subsecretaría.

El 26 de julio también se sumó a los atractivos de la exhibición un colectivo original de la Fundación modelo 660, año 1947 , puesto a rodar 1951 Mercedes Benz. “Además estamos exhibiendo el micro de la Fundación Eva Perón, el único original que se conserva gracias a la custodia de los y las trabajadoras de la Unidad, y el trabajo de reparación que llevó casi un año, y que será incorporado a la muestra del Museo Eva Perón que funciona en la Unidad Turística”, agrega Albergucci.

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Fabiana Solano

Mi nombre es Fabiana Solano y tengo 34 años. Soy socióloga egresada de la UBA y casi Magister en Comunicación y Cultura (UBA). Digo ‘casi’ porque me falta entregar la bendita/maldita Tesis, situación que trato de estirar con elegancia. Nunca me sentí del todo cómoda con los caminos que me ofrecía el mundo estrictamente académico. Por eso estudié periodismo, y la convergencia de ambas disciplinas me dio algunas herramientas para analizar, transmitir, y explicar la crisis del 2001 en 180 caracteres. Me especializo en culturas y prácticas sociales, desde la perspectiva teórica de los Estudios Culturales. Afortunadamente tengo otras pasiones. Me considero una melómana millennial que aprovecha los beneficios de las múltiples plataformas de streaming pero si tiene que elegir prefiere el ritual del vinilo. Tengo un especial vínculo con el rock británico (siempre Team Beatles, antes de que me pregunten), que se remonta a mis primeros recuerdos sonoros, cuando en mi casa los domingos se escuchaba “Magical Mistery Tour” o “Let It Be”. Además soy arquera del equipo de Futsal Femenino de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), rol que me define mejor y más genuinamente que todo lo que desarrollé hasta acá. Por supuesto que la política ocupa gran parte de mi vida y mis pensamientos. Por eso para mi info de WhatsApp elegí una frase que pedí prestada al gran pensador contemporáneo Álvaro García Linera: “Luchar, vencer, caerse, levantarse, luchar, vencer, caerse, levantarse. Hasta que se acabe la vida, ese es nuestro destino”.