Más que un discurso de apertura de sesiones, el Psycho Killer hizo una declaración de guerra a los segmentos medios, medios bajos y sectores vulnerables. Amenazó con la quita de subsidios energéticos, la injerencia estatal en la actividad sindical, privatización del sistema previsional y una incipiente reforma laboral, cuyo objetivo final es el sindicato por empresa.
Caminos todos fallidos, insinuados cuando no absolutamente fallidos en la historia argentina reciente.
Estas amenazas las profirió a 82 días de un gobierno nefasto que, en ese breve lapso desmoronó el consumo doméstico no menos del 30% respecto al 10 de diciembre del año 2023 y colocó a la economía en recesión, al desempleo abierto en dos dígitos, duplicó el régimen de inflación, incrementó la pobreza 15 puntos e hizo caer 4 puntos adicionales la participación de los trabajadores sobre el ingreso generado.
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Recordemos que Cristina Kirchner dejó la participación de los trabajadores en el ingreso generado en el 53%, Mauricio Macri la desmoronó a 46%, Alberto Fernández siguió el tobogán hasta el 44% y en estos 82 días de su “administración” el Psycho Killer la aterrizó en torno al 40%, dato que corroboraremos cuando la información oficial aparezca, si es que aparece.
Nada que sorprenda. Ya comentamos desde estas columnas que el promedio del salario formal privado y público por primera vez ya se ubica por debajo de la línea de pobreza de un hogar tipo en tanto la jubilación mínima por debajo de la línea de indigencia del mismo hogar.
Con respecto a la caída salarial se conoció en esta semana el informe de CIFRA-CTA elaborado por Mariana L. González, que analiza el deterioro brutal que han sufrido los salarios –como otros ingresos de los trabajadores– en los últimos meses; particularmente tras la devaluación del 118% implementada por el gobierno del Psycho Killer e hizo que la inflación fuera del 20,6% en enero pasado, sumado al 25,5% de diciembre, por lo cual en dos meses la trepada de precios llegó al 51,3%.
Los resultados del informe son desoladores -a pesar de que la información es solo referente a salarios formales por lo que la situación de las remuneraciones no registradas es mucho peor- y muestra claramente hacia dónde va el modelo socioeconómico que intenta implementar el Psycho Killer.
Sostiene el estudio de CIFRA-CTA: el salario real promedio registrado perdió el 21,3% de su capacidad de compra entre noviembre de 2023 y enero de este año. Tras esta caída y teniendo en cuenta el deterioro previo, el salario real de enero de 2024 fue equivalente a poco menos de la mitad de lo que era en noviembre de 2015. Como podía anticiparse ante la pretensión del ajuste que se busca producir en el gasto público, la caída del poder adquisitivo fue mayor para el salario del sector público que para el salario del sector privado, aunque en ambos casos se trató de magnitudes dramáticas. Entre noviembre de 2023 y enero de este año, la disminución en el sector privado alcanzó el 19,3% y para el sector público fue prácticamente del 25%. La pérdida de poder de compra puede también calcularse en términos de alimentos y bebidas. En ese caso, la reducción alcanza al 23,8% entre noviembre de 2023 y enero de 2024, lo que da como resultado valores promedio que son equivalentes a menos de la mitad de lo que eran en noviembre de 2015.
Nada de esto se comentó en el delirante discurso de apertura de sesiones que en su plexo central fue un Copy Paste de la agenda del Consenso de Washington que describimos a continuación.
La agenda del Consenso de Washington
Último pero no único "copy paste" del psicho killer
La agenda del Consenso de Washington que engalanó el discurso de apertura de sesiones incluía las siguientes reformas de política económica:
1. Disciplina fiscal: en la conferencia prevalecía la opinión de que los déficit fiscales grandes y sostenidos, constituyen una fuente primaria de dislocamiento macroeconómico que se presenta como inflación, déficit de pagos y fuga de capitales; además, un déficit presupuestario acompañado de altos niveles de inflación, socava la confianza de los inversionistas, por ello las exportaciones habían experimentado una contracción en la década de 1980, debido principalmente a los altos déficit presupuestarios derivados de la política proteccionista, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
2. Reordenación de las prioridades del gasto público: tal reordenación se llevaría a cabo a partir del recorte al gasto público para reducir el déficit presupuestario sin recurrir a los impuestos. Los subsidios de la administración pública, principalmente a empresas paraestatales, serían los primeros perjudicados, debido a que la asignación de esos recursos se consideraba un despilfarro, la eliminación paulatina de las subvenciones permitiría asignar esos recursos en áreas estratégicas, antes sociales y ahora tras el acuerdo delictivo Macri-FMI, para el pago de servicios de deuda, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
3. Reforma fiscal: según las condiciones económicas de la región, una reforma fiscal debía emprenderse para ampliar la recaudación tributaria, disminuir el gasto público y, en consecuencia, remediar el déficit presupuestario. De esta manera, tener una amplia base tributaria era garantía de crecimiento, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
4. Liberalización financiera: en la conferencia prevalecieron dos principios generales relativos al nivel de los tipos de interés: uno es que los tipos de interés deberían ser determinados por el mercado. El objetivo de esto es evitar la asignación inadecuada de los recursos que se deriva de la restricción del crédito por parte de los burócratas de acuerdo con criterios arbitrarios, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
5. Tipo de cambio competitivo: se consideraba como un pre requisito para el crecimiento basado en las exportaciones. Un tipo de cambio competitivo brindaría seguridad a los negocios para invertir en las industrias de exportación. Según el Consenso de Washington, la política orientada al exterior y a la expansión de las exportaciones era necesaria para la recuperación de América Latina, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
6. Liberalización del comercio: era el complemento del tipo de cambio competitivo en una política orientada al exterior. El Consenso de Washington considera que el sistema de permisos de importación es una forma de restricción particularmente contraproducente, que debería reemplazarse sin tardanza por aranceles. Asimismo, la importación de insumos necesarios para la producción de exportación debería liberalizarse inmediatamente, reconociendo a los exportadores el derecho a descuentos sobre cualquier arancel remanente sobre insumos importados. También parecía ser ampliamente aceptado que los aranceles deberían reducirse gradualmente con el tiempo. Tal como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
7. Liberalización de la inversión extranjera directa: un complemento más de la política orientada al exterior. Se contemplaba que la inversión extranjera traería capital, conocimiento y experiencia, ya sea produciendo bienes necesarios para el mercado nacional o para contribuir a la expansión de exportaciones, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
8. Privatizaciones: lo que se pretendía con esta reforma era aliviar el presupuesto del gobierno a partir de la privatización de empresas paraestatales; una vez iniciado este proceso se liberarían una gran cantidad de recursos que a su vez se destinarían a áreas de carácter social. Esta reforma se convirtió en una política fuertemente impulsada y apoyada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como una medida para impulsar el crecimiento y combatir los problemas sociales de América Latina, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
9. Desregulación: los orígenes de esta reforma se remontan a las administraciones de Reagan y Carter, en Estados Unidos; se pensó en aplicarla en América Latina debido a que las economías latinoamericanas contienen una serie de regulaciones que obstaculizan la entrada de empresas nacionales y extranjeras. El proceso de desregulación está vinculado con la privatización, pues la venta de entidades paraestatales necesita la modificación de leyes y reglamentos que permitan la entrada de nuevos inversionistas y empresas nacionales y extranjeras, lo que a su vez beneficia a la inversión extranjera directa, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
10. Derechos de propiedad: con esta política el CW pretendía crear derechos de propiedad bien asegurados, pues constituyen un pre -requisito básico para la operación eficiente de un sistema capitalista, como repitió el Psycho Killer en su declaración de guerra.
Recordemos que el Consenso de Washington salió a la luz por primera vez en el artículo "Lo que Washington quiere decir cuando se refiere a las reformas de políticas económicas", publicado en el emblemático año 1990, año iniciático del neoliberalismo liderado por el siempre recordado Carlos Menem, cuyos funcionarios y/o familiares coreaban sonrientes “La casta tiene miedo”, mientras el Psycho Killer nos martillaba las trompas de Eustaquio.
Los principales "dogmas de fe" sobre los que reposa el decálogo son los siguientes:
• Sobre el papel del Estado: dado que el sector privado gestiona más eficientemente los recursos que el sector público, los gobiernos deben disminuir al Estado a su mínima expresión y dejar en manos del sector privado la mayor parte de su gestión aun cuando se trate de "servicios universales" (como el acceso al agua potable o a la electricidad). El Estado debe ser un mero facilitador de los negocios del sector privado (estabilidad), un regulador ocasional de los excesos del mercado (programas de alivio de la pobreza y protección del medio ambiente) y un garante de la paz social (gobernanza).
• Sobre las ventajas de la globalización: las economías de los países deben internacionalizarse a toda costa. Hay que abrir fronteras al capital, atraer el máximo de inversión extranjera, tratar que la producción doméstica salga al exterior y las empresas extranjeras se instalen en territorio nacional. En una palabra, hay que tras nacionalizarse. La extranjerización de las economías, lejos de ser un problema para los países empobrecidos, los capitalizará al tiempo que se les suministrará la tecnología de la que carecen.
Obviamente las políticas diseñadas en atención a esta agenda neoliberal fracasaron todas y cada una en la región y, peor aún, desembocaron en crisis sociales, económicas e institucionales muy profundas y extendidas.
Un espejo que adelanta el fracaso inexorable que sobrevendrá y la mega crisis que ya se está desplegando en el país desde el 10 de diciembre de 2023 cuando el Psycho Killer tomo el bastón canino y puso manos a la obra de terror.