A falta de poco menos de dos meses para asumir, el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, planea flexibilizar regulaciones para atraer a empresarios argentinos y seducirlos para que lleven su dinero a ese país e, incluso, se radiquen allí.
"Uruguay por distintas razones tiene la posibilidad de convertirse en un lugar de llegada, no solo de vecinos del Mercosur, sino del mundo. Y nosotros ahí tenemos algunas cosas para hacer", sostuvo el líder del Partido Nacional.
En declaraciones a la prensa durante un evento en un hotel de Punta del Este, el sucesor de Tabaré Vázquez anunció que pretende impulsar flexibilizaciones en la residencia legal de los inmigrantes, y también en el aspecto fiscal, para que puedan llevar sus capitales a tierras orientales.
"Yo primero voy por la familia, después que estén las familias, van a poder traer la plata. Si tenemos seguridad pública, certezas a largo plazo, el país se va a convertir en un lugar de destino del cono sur y también del mundo", analizó el jefe de Estado electo.
Respecto a la intención de atraer a capitales extranjeros para que se radiquen en Uruguay, Lacalle Pou adelantó que cambiará normas del Banco Central vinculadas al flujo de capitales: "(Vamos a) flexibilizar alguna norma bancocentralista que dificulta mucho el ingreso de capitales".
En ese marco, uno de los principales públicos a los que apuntará el próximo mandatario oriental será el empresariado argentino, tanto los grandes nombres que suelen veranear allí como a los pequeños y medianos hombres de negocios descontentos con los vaivenes económicos de la Argentina.
Al respecto, el diario El Observador precisó que la iniciativa de Lacalle Pou tiene como objetivo a alrededor de 100 mil argentinos, a los que buscará seducir para que se instalen en Uruguay y con su capital puedan potenciar la inversión.
En los últimos días se conocieron datos que marcan la caída abrupta del ingreso de turistas argentinos a Uruguay: la Dirección Nacional de Migración del país vecino informó que al comparar diciembre de 2018 con el mismo mes de 2019 hubo un descenso de 12,31%, 130.105 frente a 114.091.
La crisis económica y la recesión en Argentina, además de la devaluación del peso, además del recargo del 30 por ciento a la compra de divisas para el turismo y atesoramiento, son algunas de la causas de la fuerte variación negativa.