Por lo menos media docena de intendentes evalúan implementar una tasa extraordinaria para los más ricos en el marco de la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia. Después de que esa medida se aplicase con éxito en el partido de Castelli, y en vísperas de que se discuta en el Congreso nacional un proyecto para avanzar en el mismo sentido, otros municipios estudian la posibilidad de contrarrestar la baja sostenida de la recaudación y hacer frente a los gastos en material social y de salud que se dispararon a causa del coronavirus acudiendo a algún tipo de impuesto especial por única vez que recaiga sobre los principales contribuyentes de cada distrito.
No se trata de una cuestión ideológica, como quieren instalar los dueños de grandes fortunas a través de sus vocerías habituales. La necesidad de hacer frente a una catástrofe global en el marco de un país sin acceso al crédito y con la riqueza concentrada en pocas manos obliga a buscar financiamiento en el único lugar posible. Entre los intendentes que estudian mecanismos para gravar a los que más tienen con el fin de pagar camas de hospital, insumos, bolsones de comida y hasta los sueldos de los empleados municipales hay oficialistas y opositores, progresistas y conservadores. Las arcas están vacías y las necesidades se multiplican. La urgencia invita al pragmatismo.
En General Lavalle, municipio amarillo, el intendente José Rodríguez Ponte decidió dar ese paso, después de hacer algunas cuentas. Todavía trabaja en la letra fina del decreto que quedará ad referéndum del Concejo Deliberante, donde no encontrará problemas para ser aprobado con apoyo de todos los sectores. La contribución alcanzará a los principales productores rurales, empresas pesqueras de ese distrito de la costa argentina y a todos los que tengan capacidad de hacer frente a un aporte extraordinario. El proyecto contempla que varios empresarios que ya hicieron voluntariamente un aporte puedan deducir esa suma del total a pagar, para no imponerles una doble carga.
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Rodríguez Ponte resumió en una entrevista reciente con el portal entrelíneas la situación económica de su distrito, que es muy similar a la de todos los partidos de esa zona: “Estamos en estado de parálisis. Nadie paga nada. Aún teniendo la plata, lo primero que la gente deja de pagar son los impuestos”, evaluó. En todos los municipios esperan que llegue la coparticipación para pagar los salarios. Pero todavía resta el gasto en salud que escalará en los próximos meses y el costo de gestionar la crisis que viene por delante. Por eso, recurrir a una contribución de aquellos que están en condiciones de pagarla es una alternativa que muchos jefes comunales comienzan a tener en consideración.
Dos fallos judiciales que allanaron el camino para el cobro de la tasa extraordinaria a los productores rurales en Castelli animaron a varios intendentes. En estos días, abundan las consultas cruzadas por Whatsapp. El entusiasmo no sabe de grieta. Eso sí: todos manejan el asunto con prudencia y prefieren esperar que otros den el paso al frente antes de animarse. Temen el escarmiento de algunos medios nacionales, que encuentran en ese tipo de noticias un escenario propicio para dar la batalla anticipada por la ley que llegará en los próximos días al Congreso para recaudar varios miles de millones de dólares de las fortunas más grandes del país. Pero los tiempos apremian y seguramente pronto haya noticias.
En Castelli, el miércoles se cobró finalmente el impuesto especial con el que el intendente Francisco Echarren había impuesto a 534 productores rurales. Según informaron desde la municipalidad, más del 90 por ciento de ellos hizo el pago en tiempo y forma. Con lo recaudado, que equivale a un mes del presupuesto local, se completarán las obras destinadas a duplicar la capacidad hospitalaria del distrito, de cara al peor momento de la pandemia. Es el primer y por ahora único municipio de la Argentina que recurrió a las principales fortunas para financiar la crisis, algo que en el mundo ya discuten hasta en medios ultraliberales como el Financial Times. No va a ser el único por mucho tiempo.