El presidente Alberto Fernández hablará frente a la Asamblea Legislativa para dar inicio al 138º período de sesiones ordinarias, en el marco de un Congreso que atraviesa escenarios distintos en Diputados y en el Senado. Tras el período extraordinario, en el que se trataron leyes clave para el Gobierno, el Frente de Todos enfrentará un año legislativo en el que se esperan fuertes confrontaciones y negociaciones intensas para proyectos sensibles.
La mayoría de las iniciativas que planteará Fernández, la más próxima será una reforma judicial, iniciarán su debate en Diputados. En la Cámara Baja, el oficialismo no cuenta con quórum propio y depende de la negociación con los interbloques liderados por José Luis Ramón y Eduardo 'Bali' Bucca, aunque también con los legisladores cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti.
El interbloque del mendocino, llamado Unidad Federal para el Desarrollo, se conformó a instancias del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para poder aportar a la primera minoría de Todos en las sesiones. Esta alianza fue clave en la última sesión y su aporte se llevó un premio: logró mantener a los prosecretarios y a los jefes de despacho dentro del régimen especial. Cuanto más dependan de él, más deberá ceder el oficialismo.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
También dependieron de los cuatro cordobeses del Interbloque Federal, quienes acompañarán "en general" todas las leyes que mande el Ejecutivo "para garantizar la gobernabilidad". Esta buena sintonía es consecuencia de la buena relación, interesada también, entre Fernández y Schiaretti. La provincia mediterránea mantiene un fuerte endeudamiento en dólares, por lo que es clave la coordinación con la cartera que encabeza Martín Guzmán, además de necesitar la asistencia económica para solventar el déficit de la caja de jubilaciones local. Otro punto de encuentro es el compromiso del Presidente y el gobernador para llevar a cabo iniciativas para revivir la industria automotriz e impulsar así la reactivación económica. Pero no solo el interés es por la actualidad, de cara a 2023 Fernández sabe que Schiaretti no tiene reelección por lo que la buena relación del peronismo y el kirchnerismo allí debe mantenerse para no arriesgar una derrota frente a los radicales.
Próximamente no solo llegará el proyecto de reforma judicial sino también otras iniciativas como la creación de un Consejo para la Calidad Institucional del Poder Judicial y el Consejo Económico Social y hasta una iniciativa para crear una comisión que investigue la fuga de capitales durante la administración macrista.
Para tratar estos proyectos, el Gobierno sabe que encontrará una "oposición confrontativa" en Juntos por el Cambio, por eso prefieren prescindir de ese espacio ya que ven un predominio de una postura poco dialoguista. Fuentes del Frente de Todos consultadas por El Destape aseguran que no harán "lo mismo que Macri", en relación a incentivar ese quiebre a través de "incentivos" a legisladores opositores.
MÁS INFO
Juntos por el Cambio, una olla a presión
El principal bloque opositor mantiene un fuerte debate interno sobre qué tipo de oposición va a hacer. Por el momento, las discrepancias son internas y no se manifiestan abiertamente en público. Pese al acompañamiento que hicieron de las leyes de emergencias y la sostenibilidad de la deuda (una por presión de gobernadores radicales y la otra por conveniencia política), en la sesión sobre jubilaciones de privilegio quedó expuesta la postura de la mayoría de ese interbloque.
Un sector, el mayoritario, cree que no hay que dar quórum en las sesiones y votar "todo en contra" porque "cuanto peor le vaya a este Gobierno, mejor". A ellos se los puede referenciar en diputados como Fernando Iglesias y Waldo Wolff y a la mayoría del PRO, la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical.
Dentro del PRO hay un espacio de 15 legisladores referenciados en Sebastián García De Luca (dirigente del sector de Rogelio Frigerio y Emilio Monzó) quienes quieren tener una postura dialoguista con la gestión de Fernández e impulsan la idea de dar quórum y debatir en el recinto porque quieren ser coherentes con la responsabilidad institucional que le pedían a la oposición cuando eran Gobierno.
De hecho, en la última sesión se hubiese podido asistir a la exposición pública es esta división. porque estos 15 legisladores estaban preidspuestos a bajar al recinto y hasta a apoyar la iniciativa, pero se molestaron por la presencia de Daniel Scioli en el recinto. Admiten que su presencia allí fue legal porque todavía no es formalmente embajador en Brasil, pero consideran que la forma "fue desprolija".
Sin embargo, este "subloque", permanecerá dentro de Juntos por el Cambio porque consideran que es ahí donde quieren expresar sus diferencias y promover un liderazgo distinto al de Mauricio Macri de cara a las elecciones próximas. Pese a no poder imponerse, seguirán juntos, al menos por el momento.
El Senado, sin complicaciones
En la cámara que preside Cristina Kirchner la sintonía entre peronistas y kirchneristas bajo el mando de José Mayans es buena y no trajo inconvenientes a la hora de aprobar las leyes. Con mayoría propia (41) no requieren de concesiones para con la oposición. Salvo en iniciativas que requieran los dos tercios como es el caso del pliego de Daniel Rafecas para ocupar el cargo de Procurador General de la Nación.
Todos confía en que se pueda destrabar la discusión, pero advierten el problema pasa por las presiones internas de algunos legisladores que buscan "embarrar la cancha". Pese al buen diálogo entre Fernández Sagasti, Mayans, Naidenoff y Schiavoni, los legisladores que no tienen relación con los gobernadores de sus provincias, clave en esta cámara al momento de las negociaciones, no les interesa acordar por lo que llegar a un acuerdo se vuelve engorroso.
Más allá de esto, no hubo intensos debates para aprobar las emergencias, la sostenibilidad de la deuda, la ley de góndolas ni nombrar a la defensora de niños, niñas y adolescentes. Pasará lo mismo cuando en 15 días llegue el dictamen de comisión para convertir en ley el ajuste en las jubilaciones de privilegio en el Poder Judicial y el Servicio Exterior.
Fuentes consultadas destacan la buena relación de las dos vertientes del Frente de Todos, referenciadas en Mayans y Anabel Fernández Sagasti. "Más allá de los matices, unifican los criterios respecto a las necesidades del Gobierno", señalan en referencia a que las diferencias se subsanan en el bloque, pero al recinto llega una postura unificada.
El predominio de Todos es tal que hasta "copó" las principales comisiones y dejó a Juntos por el Cambio "resentido" porque los deja sin margen de maniobra para tomar la iniciativa parlamentaria y los reduce a meros observadores de la agenda oficialista.
El aborto, discusión aparte
Cuando el proyecto para la legalización del aborto llegue al Congreso, las tensiones internas y los eventuales bloques aliados no existirán. Es la única iniciativa, como se vio en 2018, que es transversal a los partidos y ahí habrá dos espacios bien diferenciados por los pañuelos: verdes o celestes. Es el único tema en que se vota de manera individual y hay libertad para que los legisladores voten con libertad de consciencia.
A diferencia de aquella vez, destacan en el oficialismo, el apoyo de la Casa Rosada será clave y la muñeca política de Fernández para cumplir con su promesa de campaña se verá puesta a prueba próximamente.