UFEM: "Estamos para brindar un servicio de justicia, no para ejercer un poder"

La reforma de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal permitió la creación de las fiscalías especializadas con rango legal. En un inicio fueron cinco unidades especializadas en los grandes ejes de política criminal; el crimen organizado, la trata de personas, el narcotráfico, el lavado de dinero. Se trata en todos los casos de delitos federales, por lo que las procuradurías pueden intervenir en todo el país. La nueva UFEM tendrá una particularidad: se deberá ocupar de delitos ordinarios, no federales y será la primera institución de este tipo que comenzará a operar con el nuevo sistema acusatorio, a partir de marzo de 2016. Como éste se implementará en una etapa inicial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la UFEM actuará sólo en esa jurisdicción.

El Destape:

Una de las mayores dificultades que encuentran las mujeres víctimas de violencia tiene que ver con la asistencia judicial. ¿Cuál es el flanco más débil; las normas, los trabajadores del Poder Judicial o las dos cosas?

Mariela Labozzetta:

No es ineficiencia jurídica, solamente. Hay obstáculos que tienen que ver con la idiosincrasia de los operadores judiciales, con los obstáculos culturales. Hay un montón de cosas que ocurren en las causas sobre violencia de género que son expulsivas del sistema, que no solo bloquean el acceso a la justicia sino que, además criminalizan y revictimizan a las mujeres. Terminan denunciadas en lugar de ser tratadas como víctimas.

ED:

¿Considerada, entonces, que hay una deuda del Poder Judicial en esta materia?

ML:

Creo que la deuda es una especie de concepto que congela. En realidad, es un proceso de transformación, siempre en movimiento. Los sistemas jurídicos en todo el mundo son estamentos de poder muy estatuidos. El Poder Judicial es el más estable y conservador de todos. Es al que más le cuestan los cambios sociales y tiende siempre a mantener su statu quo. Es el último en ceder al espacio de transformación. Hay leyes, hay un montón de normas, pero lo que tiene que ocurrir es que los operadores judiciales transformen esos derechos escritos nominales en algo real. Ahí está el trabajo. Para alcanzar este objetivo, yo soy muy optimista respecto del cambio generacional en la Justicia argentina. Los hombres y mujeres que conforman el Poder Judicial están para brindar un servicio de justicia y no para ejercer un poder. En el momento en que cada uno de nosotros (los operadores judiciales) ocupemos nuestro rol como una función social, dándonos cuenta que lo que estamos haciendo es traccionar derechos hacia los otros y hacer real esos derechos, ahí es cuando verdaderamente va a cambiar el paradigma. La transformación no se da solamente con los cambios normativos o procedimentales.

ED:

¿En qué etapa se encuentra el funcionamiento de la UFEM?

ML:

Cuando se formó la UFEM, en paralelo fue creada una comisión de implementación. Está conformada en su totalidad por expertos del Ministerio Público Fiscal. Ahora estamos en la etapa de relevar voces; escuchar a Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), etc. Ya tuvimos entrevistas con organismos públicos que están trabajando en el tema, como la Defensoría y la Corte Suprema.

ED:

Desde La Casa del Encuentro, la única ONG que tiene estadísticas nacionales de femicidios, aseguran que nadie los recibió formalmente para escuchar sus reclamos. ¿Va a contactarse con esta organización?

ML:

Durante la feria judicial yo me voy a quedar trabajando específicamente en eso, en reunirme con organizaciones sociales y ONGS especializadas en el tema para recoger esas experiencias.

ED:

Desde las organizaciones también reclaman que haya un único registro nacional de femicidios y no uno de la Corte, otro de la Procuración y otro de la Secretaría de Derechos humanos...

ML:

"Coincido. Tiene que haber un solo registro. Tenemos que trabajar en conjunto. Hay mucho por hacer"

ED:

Esta semana, un caso tan emblemático como el asesinato de Ángeles Rawsonllegó a una sentencia con la carátula de femicidio. ¿En un futuro, la UFEM va a ser la encargada de investigar los casos como estos?

ML:

Si, por supuesto. La UFEM se va a ocupar sobre todo de los femicidios más paradigmáticos, con jurisdicción en la Ciudad de Buenos Aires, como fue el de Ángeles. De todas formas no vamos a investigar todas las causas que se presenten. No tiene sentido centralizar toda la actuación fiscal en un solo organismo, sino al contrario. Lo que hay que hacer es multiplicarla. Nosotros nos vamos a concentrar, seguramente, en los casos mas relevantes.

ED:

El año que viene, la UFEM va a ser la primera en inaugurar el sistema acusatorio. ¿Cómo será el funcionamiento con la nueva modalidad, sobre todo en cuanto a la designación de las causas?

ML:

El sistema acusatorio cambia toda la distribución de la administración de justicia. Los jueces ya no van a investigar, sino que esa será tarea de los fiscales. La CABA, que es donde comenzará a implementarse gradualmente, se va a dividir en siete distritos fiscales, cada uno de ellos con un fiscal coordinador que trabajará en conjunto con las procuradurías en la derivación de los casos. Va a ser una tarea en equipo. El sistema acusatorio es muchísimo mas dinámico que el actual. Pero el cambio es paulatino. En Chile, por ejemplo, se tardaron cuatro años para la implementación total. El nuevo sistema necesita incluso modificaciones edilicias. Hay que montar nuevas salas de audiencia, laboratorios forenses, unidades para los peritos tecnológicos, psicólogos, médicos, etc. Requiere de mucha inversión de dinero. Todo esto lleva tiempo.

ED:

¿Y qué va a pasar con las causas que se presenten en otras jurisdicciones?

ML:

Como el trabajo de la UFEM será sobre delitos ordinarios y no federales, las intervenciones en el interior del país serán de corte político. Podremos asistir a las provincias en casos puntuales, coordinar iniciativas y asesoramiento, pero no tendremos potestad para actuar jurídicamente, por fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En este mismo sentido vamos a trabajar en conjunto con las otras Procuradurías, ya que la violencia contra la mujer está enquistada en todos los fenómenos criminales. La problemática de las denominadas "mulas" o la violencia obstétrica, por ejemplo, también constituyen el ejercicio de la violencia de género.