A pesar del ascenso de casos en el mundo y las muertes por el coronavirus, una buena noticia asoma y da esperanzas al mundo. Se trata de la historia de Diana Berrent, una fotógrafa neoyorkina que puede ser la clave para hallar un tratamiento efectivo contra la pandemia.
El 13 de marzo, Berrent comenzó a desarrollar síntomas relacionados al coronavirus: fiebre alta y presión en el pecho . De inmediato, se recluyó durante 15 días y pudo sobrepasar la enfermedad por su juventud.
Según reportó La Nación, la fotógrafa recibió un e-mail de una red de hospitales privados que anunciaba la búsqueda de sobrevivientes voluntarios para la donación de sangre y plasma para posibles tratamientos con pacientes activos de Covid-19.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó a los médicos a utilizar el plasma -el fluido amarillo en el que se suspenden las células sanguíneas- de personas recuperadas en pacientes con condiciones críticas . Si bien se trata de un estudio clínico, científicos ya han estudiado este tratamiento en brotes de otras infecciones respiratorias como la pandemia del virus H1N1, la epidemia de SARS-CoV-1, y la epidemia de MERS-Cov, en 2012.
De poseer los anticuerpos necesarios, la sangre y el plasma de un solo sobreviviente pueden ser suficientes para tratar a dos o tres pacientes en estado crítico, reportó el instituto sanitario de la Universidad de Columbia.