El sector de radiología del Hospital Garrahan llevó adelante un paro por 12 horas por la crítica situación que atraviesa el área ya que los trabajadores no cuentan con las medidas de seguridad adecuadas para realizar su tarea, no se les reconoce el ítem de trabajo insalubre y el 60% de las trabajadoras sufrió abortos espontáneos por exponerse a la radiación. Por parte de la dirección y del Gobierno de la Ciudad y Nacional, le dan la espalda al reclamo de los médicos.
A esta situación, se suma el “sistemático desfinanciamiento” al centro de salud y que a los trabajadores no se les reconoce el título universitario de Licenciado en BioImagen, lo cual, significaría una mejora salarial.
“El detonante de todo fue que dos compañeras se fueron a jubilar y vieron que no tenían sus aportes como ordena la ley de que el sector de radiología es insalubre. A partir de eso, hicieron un pliego de reclamos”, relató la presidenta de la Asociación de Profesionales del Garrahan, Norma Lezana, en diálogo con El Destape.
En ese sentido, detalló que el área de rayos posee “aparatos para desguace que tienen un delay entre el disparo y el momento oportuno para hacer una radiografía, lo cual genera que se irradie más y por más tiempo". A lo que sumó: "En esos aparatos puede haber fuga y la sala de radiología no reúne las condiciones mínimas de seguridad porque las puertas no se cierran herméticamente, los bunkers no tienen puertas y no son del tamaño adecuado para que cierre adecuadamente”.
Además, agregó que en ese sector “se utiliza un dispositivo que es ilegal, que es un pedal para disparar y al mismo tiempo el trabajo tiene que sujetar al paciente" y que lo utilizan "para ahorrar el trabajo porque lo hace un solo técnico, en lugar de do”.
Esta situación responde a un “desfinanciamiento” por parte del Gobierno y la falta de responsabilidad de la dirección del Hospital Garrahan que dio la espalda al reclamo de los trabajadores. Ahora, por estas faltas graves que hacen a la seguridad laboral en una tarea que es considerada insalubre por ley, las consecuencias las sufren los trabajadores.
“De diez compañeras que trabajan en esa área, hubo ocho abortos espontáneos y sistemáticos. Algunas sufrieron más de uno y nos enteramos que los chalecos que usan las trabajadoras no estaban en condiciones de ser usados como así tampoco usan gasas plomadas y sus ojos irradian sin ninguna protección”, denunció la dirigente gremial.
Ante la falta de respuesta de la dirección, los trabajadores se dirigieron a la Dirección de Trabajo de Ciudad para que intervengan y garanticen las condiciones de seguridad, pero la respuesta fue que “en un mes iban a realizar la inspección en el sector”. Frente a esto, aseveró: “Nosotros esperábamos una respuesta más urgente y operativa de las autoridades porque los trabajadores siguen exponiéndose a las radiaciones ionizantes”.
Asimismo, Lezana indicó que “existe una política de desfinanciamiento que viene siendo sistemático en los últimos años y resuelven los problemas a medida que se van presentando” y remarcó que la situación se profundizó en 2017. “Desde ese momento no sabemos cuál es el proyecto de Hospital que quieren y con un presupuesto que corresponda a ese proyecto, no sabemos cuál es el estado financiero de Garrahan. Vemos que hay una gran desinversión y vaciamiento”, advirtió.
A medida que el silencio se sigue prolongando por parte del Gobierno nacional y de la Ciudad, desde el Consejo Administrativo del Hospital, también hacen oídos sordos. La respuesta al reclamo de los trabajadores fue “reenviar una nota del jefe de radiología con que en septiembre iban a comprar las protecciones” pero aún no compraron nada. “Ellos tienen la lapicera para resolver el problema y no lo están haciendo”, sentenció.