En el comienzo de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, Alberto Fernández hizo un contundente análisis de la gestión anterior y mostró la importancia de un cambio de rumbo en la forma de gobernar.
El Presidente aseguró que el 10 de diciembre se recibió un país dañado en su tejido social y productivo y marcó diferencias con la presidencia de Mauricio Macri. Su objetivo es poner el foco en "el trabajo y la producción para dejar atrás la especulación".
“No venimos con planillas de cálculo en las que los números cierran en teoría dejando afuera a muchos sectores de nuestro pueblo", destacó Alberto y dijo que el fin de su Gobierno es hacer "una Argentina inclusiva en la que el primer esfuerzo sea levantar a los caídos”.
Durante su presentación, el Presidente puso en evidencia que sus prioridades son distintas a las del macrismo y que una de sus mayores preocupaciones son el hambre, la desigualdad y la pobreza profundizada en estos cuatro años. "Somos un gobierno de científicos, no de CEOs", remarcó.
En otro tramo, al referirse al enorme endeudamiento de Cambiemos, también marcó un fuerte contrapunto con su antecesor: "Nunca más a decisiones que se toman con ínfulas tecnocráticas, de la noche a la mañana y de espaldas al pueblo".