Servicio Cívico Voluntario en Valores: el neoliberalismo no puede funcionar sin autoritarismo

Estamos frente a otro anuncio que se esfumará rápidamente, que no tiene sustento y cuyo fin es que no se hable en la campaña de cómo le va a nuestra gente en la economía real de todos los días.

20 de julio, 2019 | 21.12

Se sabe que el neoliberalismo no puede funcionar sin autoritarismo, sin represión y sin disciplinamiento social; como provoca la regresividad de los derechos, debe hacer más rigurosos los controles sociales. En general instituye un “orden” en nombre de valores, que antes se calificaban como “occidentales y cristianos”, definición que por pudor, en la actualidad se omite.

La Resolución 598/2019 del Ministerio de Seguridad va en esa dirección y se apoya en un sentido común infelizmente extendido en parte de nuestra sociedad, que legitima esas iniciativas. Se trata de trasmitir responsabilidad cívica, saludar la bandera todos los días, difundir derechos y responsabilidades, estimular el sentido del deber y el compromiso con el bien común. Son actos de ejemplaridad (como la cárcel para Milagro Sala), modelos para una sociedad enferma que necesita rumbo.

Estamos frente a otro anuncio que se esfumará rápidamente, que no tiene el más mínimo sustento, apresurado y sin partida presupuestaria, cuyo único fin es que transitemos la campaña electoral sin hablar de cómo le va a nuestra gente en la economía real de todos los días. De paso, se conectan con el núcleo duro de los y las argentinas “amantes del orden”. Debieran saber que el único orden posible es el de la vida diaria en el sistema educativo, pero lo desconocen.

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Si se preocuparan, podrían leer el Capítulo I de la Ley de Educación Nacional, referido a Principios, derechos y garantías, y más específicamente el artículo 11, que se refiere a los fines y objetivos de la política educativa nacional.

Para los propósitos que anuncian entre balbuceos, existe una institución que pensó la sociedad hace centenares de años que se llama escuela, que se dedica a trasmitir valores, a dar ejemplos de vida, a educar en la solidaridad y a enseñar saberes, pero de verdad.

Apunto otros beneficios: la escuela es un derecho, no un indescifrable “servicio cívico”, están extendidas en toda la geografía de la Patria, no en cinco lugares tomados al azar, y están “atendidas” por mujeres y hombres denominados maestras, profesores, preceptoras, auxiliares, que se han preparado para esas cuestiones tan decisivas para la condición humana. Los gendarmes, con respeto dicho, se han capacitado para el cuidado de las fronteras y la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, es otra cosa.

En la presentación, ambos ministros afirmaron que era una propuesta para los jóvenes que “no hacen nada”, lo cual es falso. En realidad, son jóvenes que no han tenido posibilidades de estudiar ni de trabajar, y el Estado debería disponer sus recursos para que lo lograran. Para los intereses de Lebacs y Leliqs, hay cuantiosos recursos desde hace varios años.

La perversión de este gobierno que sufrimos hace largos cuarenta y tres meses, es que al mismo tiempo que desfinancia la educación, elimina becas, cierra escuelas y persigue docentes, promueve este impresentable engendro, que no es de ningún modo una oportunidad para nuestras muchachas y muchachos. Propio de su soberbia e ignorancia de clase, esta medida representa un camino degradado para pobres; otra vergonzosa decisión de un gobierno que tiene sus días contados.