El futuro presidente de la cámara de Diputados y referente del Frente de Todos, Sergio Massa, se sumó a los dirigentes políticos que salieron a repudiar al golpe de Estado en Bolivia que derrocó al presidente legítimo Evo Morales, en manos del fanático religioso Luis Fernando Camacho. El líder del Frente Renovador compartió la postura del presidente electo, Alberto Fernández, y pidió aplicar la cláusula democrática del Mercosur contra el país del Altiplano.
A través de su cuenta de Twitter, Massa reclamó "aplicar la cláusula democrática del Mercosur nacida del protocolo de Ushuaia para garantizar la democracia boliviana". Dicho país firmó en 2015 su adhesión como miembro pleno del mercado común que tuvo como socios originales a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Meses atrás, Massa había calificado de "dictadura" al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
La cláusula democrática establece la expulsión del bloque y hasta sanciones comerciales para aquellos países miembros que violenten su propio orden institucional, como ocurrió con Bolivia este domingo, en la cual dirigentes de ultraderecha ingresaron a la Casa de Gobierno y tomaron por asalto el poder, tras la "sugerencia" de las Fuerzas Armadas y policiales a Morales para que deje el cargo, horas después de que convocara a nuevas elecciones, tal cual reclamaba la oposición en un principio.
Desde hace varios días, Bolivia vive días de una persecución política que no se veía hace años, con dirigentes cuyas casas fueron violentadas y saqueadas, incluidas la del propio presidente legítimo boliviano. Bajo el lema "Dios está en el Palacio", Camacho salió a reclamar una cacería contra todos los dirigentes del MAS. Pese a esto, el gobierno argentino de Mauricio Macri apenas sacó un tibio comunicado en el que hablan de una "transición por las vías institucionales". La OEA, que a los pocos días de las elecciones del 20 de octubre salió a pedir un nuevo comicio en medio del conteo, aun no se pronunció sobre el derrocamiento del dirigente cocalero.