La Central Térmica Guillermo Brown, en la localidad de Cerri, cercana a Bahía Blanca, se sincronizó con la red eléctrica Nacional dando inicio así al suministro de energía eléctrica, que alcanzará una potencia de 270 megavatios con la primera turbina funcionando. De esta manera se adicionó el megavatio número 11.865 del Plan Energético Nacional a 11 años de su lanzamiento y representa la central número 28 inaugurada desde 2004, considerando las de potencia superior a los 100 megavatios. En el caso particular de la provincia de Buenos Aires, el ingreso de la central Guillermo Brown se alcanzan los 3.721 megavatios de potencia incorporados.
Este es un nuevo paso del emprendimiento termoeléctrico llevado en conjunto por el Ministerio de Planificación Federal y la empresa de generación de energía AES. La ejecución de la obra está a cargo Siemens junto con el fundamental soporte en lo referido a obras civiles de un conglomerado de empresas constructoras nacionales.
La puesta en marcha de la primera máquina, hito conocido como "primer fuego" de la turbina, se logró luego de verificarse el cumplimiento de todos los procedimientos técnicos y de seguridad necesarios: las pruebas hidráulicas, pruebas con nitrógeno y llenado del nuevo gasoducto, la alimentación del transformador, y demás procesos previos para poner en funcionamiento este equipo de última generación y los sistemas auxiliares que componen la central. Luego de este primer fuego, se realizó la operación de la máquina sin carga y a plena velocidad, según los procedimientos técnicos.
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Por su parte, se continúa avanzando en la segunda turbina de esta central, lo que implicará sumar otros 270 megavatios de potencia de energía eléctrica al sistema interconectado nacional, incorporando así un total de 540 MW de potencia eléctrica, lo significa más de tres veces la potencia demandada en la ciudad de Bahía Blanca.
El diseño de la central contempla la posibilidad de una futura ampliación para el cierre de ciclo que permitirá generar energía sin consumir combustible extra, es decir, se aprovecha el calor residual que liberan las dos primeras turbinas.
La central se encuentra localizada en un punto estratégico del sistema de transporte de gas nacional, asegurándose así una excelente logística de suministro de combustible para la generación de energía eléctrica.
Con la construcción de la Central; la ampliación del puerto de Bahía Blanca, que ya está en marcha; con la construcción del muelle en Puerto Galván para la recepción de buques con gasoil y biodiesel; la ampliación de la capacidad del gasoducto de vinculación TGS-Central de 2 km; la instalación del nuevo poliducto de vinculación Muelle-Central de 17 km, y la línea eléctrica en 500 kW de 9 kilómetros para la vinculación con el Sistema Interconectado Nacional, se están invirtiendo más de 6.000 millones de pesos, resultando en un importante empuje a todas las actividades industriales de la región, llegando a emplear más de 2.000 trabajadores y más de 50 contratistas nacionales y locales.
Esta obra surge del proyecto conjunto entre el Estado Nacional y empresas generadoras privadas y forma parte de las políticas a largo plazo que, desde hace 11 años, viene implementando el Ministerio de Planificación Federal para el aumento de la capacidad de la oferta de energía eléctrica en el marco del Plan Energético Nacional.
Estos esquemas de inversión conjunta entre el Estado Nacional y los agentes generadores ya dieron resultados tangibles e incontrastables a través de diferentes obras que hoy se encuentran en plena operación, como la Central Termoeléctrica Manuel Belgrano y la Central Termoeléctrica San Martín, que representan dos ciclos combinados de 800 MW de potencia de generación de energía eficiente.
Esta política continúa también con la obra de la Central Térmica Vuelta de Obligado, ciclo combinado de 800 MW de potencia, de los cuales los primeros 550 MW ya se encuentran conectados y despachando energía a todo el país.