Antes de la popular saga Crepúsculo, Robert Pattinson era "el de Harry Potter 4" y si no hubiese sigo por las películas vampirescas el actor no hubiese alcanzado la popularidad en Hollywood. La franquicia lo catapultó al reconocimiento y de ahí no se movió: solo eligió roles de manera más cuidadosa. Ahora, el nuevo Batman expresó su odio hacia la cinta que lo vio crecer como artista y sorprendió a todos los fanáticos.
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En una entrevista con IndieWire, el inglés habló sobre la rareza de la franquicia producida por Summit Entertainment, haciendo hincapié específicamente de la escena en la que Bella Swan (Kristen Stewart), su pareja, tiene a Renesmee, pero Edward se ve obligado a comer la placenta para sacar al bebé. “Incluso antes de Twilight ya estaba haciendo cosas extrañas”, admitió el oriundo de Londres. “Y para ser honesto, siempre pensé que Crepúsculo era bastante raro", recalcó.
“Es realmente el tipo de marketing lo que lo hizo mainstream. Si mirás cualquier entrevista que hice, traté de destacar lo relacionado con la escena donde mastico la placenta, cualquier elemento que fuera asqueroso, lo tenía que hacer destacar y destacar. Pero vos sabés que un chico no puede competir contra todo el departamento de marketing diciendo: 'Es una odisea romántica, es hermosa.' Es como: 'No, es asqueroso [risas]'", cerró Pattinson.
El vampiro Edward Cullen permitió que Pattinson se pudiese pulir como artista en cintas más logradas y aclamadas por la crítica como las recomendadas High Life (2019) y The Lighthouse (2019). Mientras tanto, se prepara para encarnar al encapuchado de Ciudad Gótica en los próximos meses, pues el rodaje se detuvo por el coronavirus.