El Central logró ampliar sus reservas en estos meses, que resultan fundamentales para hacerle frente a los gastos del resto del año. Pero pese a que la soja es el principal recurso de la economía para ingresar divisas, se redujo la liquidación de agrodólares porque los patrones rurales no sueltan los granos.
Hasta mayo el verde aumentó en U$S 1.841 millones hasta superar los U$S 38.800 millones. La autoridad monetaria consiguió una variación positiva de sus activos en el comienzo del año, un logro que falló años atrás. En 2014 los fondos disminuyeron en U$S 2.057 millones y en 2013 se licuaron U$S 4.739 millones, explica un informe de la consultora IARAF.
Contrario a lo que se considere, las compras de verdes del Central no fueron tan elevadas. Aspiró U$S 1.269 en los primeros cinco meses, un 34% de lo que atrajo en esa etapa de 2014. Esto se tradujo en mayores recursos para los importadores de insumos, que precisan insumos para una industria alicaída. Algunas empresas continúan, no obstante, con críticas sobre la demora en las autorizaciones.
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El mérito de más reservas no se explicó por el campo, pese a continuar como primera fuente de dólares. En cinco meses, las cerealeras revendieron en el mercado mayorista U$S 7.992 millones, unos U$S 2.790 millones menos que un año atrás y que la cifra que acostumbraba. El resto del crecimiento de las arcas internacionales se debió al incremento de los encajes en moneda extranjera y de la participación de los préstamos de organismos multilaterales y otros bancos centrales.
Los agroexportadores se escudan en la merma en el precio de la soja para justificar, que descendió considerablemente. Los sojeros acumulan los granos en silobolsas a la espera de mejores condiciones para venderla, con la premisa de que el mercado internacional mejorará o de que varíen las condiciones internas, pero sin seguridades.
Los empresarios también recuerdan que las estadísticas pueden parecer engañosas por el acuerdo al que llegaron con el Gobierno el año pasado. Pactaron ingresar más divisas bajo diversos conceptos en el último trimestre de 2014, para asegurar las reservas. De los U$S 5.700 millones que trajo al país, U$S 1.500 millones se trataron de adelantos de exportaciones que en realidad debían ingresar en el primer período de 2015.