02 de febrero, 2020 | 00.05

Bonistas, FMI, Buenos Aires y Estados Unidos: las claves para definir qué pasará con la deuda

Los ejes de la negociación que pone en vilo al futuro del país.

El gobierno de Alberto Fernández ya publicó las fechas del cronograma para dar inicio a la recta final de las negociaciones con los acreedores de una deuda externa que tiene al país agarrado del cuello. Hasta llegar a la decisión definitiva, se avisora una larga lista de consensos a los cuales hay que llegar con inversores, los cuales determinarán el perfil de toda la gestión del presidente, Alberto Fernández.

Con el broche de la media sanción de la Ley de Sostenibilidad de la Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, el Ministerio de Economía dio a conocer públicamente el cronograma del proceso de reestructuración de la deuda que planea llevar adelante. En el mismo, ratificó la previsión que había hecho Fernández, respecto a que la operación con bonistas privados debería terminar el 31 de marzo.

El documento oficial marcó que durante la segunda semana de marzo presentarán a los acreedores privados la oferta detallada con la que apuntarán a la reestructuración de títulos emitidos bajo ley extranjera. Los pasos dados por el Frente de Todos y las sugestivas declaraciones del Noble Joseph Stiglitz (mentor del ministro de Economía, Martín Guzmán) hacen pensar en una ambiciosa oferta, para Argentina.

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Según pudo saber El Destape, en las oficinas comandadas por Guzmán cranean ofertar a los acreedores no pagar ningún tipo de vencimiento durante los próximos cuatro años. La petición argentina incluiría otra condición adicional: los bonistas podrían o aceptar un descuento al pago de capitales en un 15%, o una disminución del 50% en la tasa de interés.

Lo que el Gobierno pretende con esta propuesta es reducir el peso de la deuda respecto al PBI del 85% actual al 40% en cuatro años. Según las estimaciones que manejan en el ministerio, se proyecta un crecimiento económico promedio del 4% anual.

Los vencimientos de la deuda alcanzan los U$S 200.000 millones entre 2020 y 2023. Durante los primeros dos años se observan compromisos en moneda extranjera por 30.000 millones por año y en los últimos dos por más de 40.000 millones por año.

Durante sus reuniones con los jugadores del mercado, el jefe de cartera habría dejado trascender que no va aceptar una contraoferta por parte de los bonistas. Como marcan sus trabajos académicos bajo el ala de Stiglitz.

Y es que el premio Nobel ha dejado trascender suspicaces comentarios en sus últimas apariciones. "No puedo concebir ningún modelo razonable que no diga que debe haber recortes (de la deuda) significativos. Sería una fantasía pensar lo contrario", había subrayado en el foro de Davos hace semanas.

En ese sentido, amplió su reflexión en el marco de las negociaciones argentinas: "La historia de las reestructuraciones de deudas tiene una fracción muy grande, alrededor del 50%, que termina con una crisis en cinco años. No quieren meterse en eso. Entonces quieren resolverlo".

"Los mercados de capitales no hicieron su trabajo. La función del mercado de deuda es fijar el precio del riesgo y emitir juicios. No deberían haber prestado tanto dinero", había profundizado el académico. La agresividad del acuerdo que pretende Argentina podría tener respuestas hostiles del otro lado del mostrador, pero la propuesta se solventa en la idea de que nadie está exento de errores en este juego, ni la complicidad.

En el Frente de Todos saben que el dúo Christine Lagarde-David Lipton incumplió hasta los propios reglamentos del FMI para ayudar a surfear lo que luego se convirtió en el estrepitoso final de Macri. Tres de cuatro requisitos fueron puestos bajo sospecha en cuanto a su cumplimiento.

Para recibir desembolsos “cuando se superan ciertos límites de seguridad relativos a la relación entre los préstamos y las cuotas que cada país mantiene en el organismo”, se deben cumplir con cuatro criterios o límites de seguridad.

De estos parámetros, sólo se cumple el primero, el cual fija que “el país miembro debe enfrentar una crisis de balanza de pagos que no pueda solventarse mediante el acceso convencional”. Sin embargo, aparece como dudoso el cumplimiento de la “alta probabilidad de repago en el mediano plazo” que corresponde al segundo criterio, ya que desde el propio diagnóstico del FMI, Argentina era “sustentable, pero con baja probabilidad” teniendo un mayor nivel de deuda pública bruta en porcentaje del PBI a comparación de Estados Unidos, país que el organismo considera “insustentable”.

En otro aspecto, también hubo irregularidades en el cumplimiento de la “perspectiva favorable en torno a su regreso a los mercados internacionales de crédito” del tercer criterio, ya que observando el índice de riesgo país, “desde el inicio del programa, y a pesar del reciente movimiento a la baja, el índice se ha duplicado. Esto indica que aún en el caso del retorno a los mercados internacionales de crédito, las tasas de interés a las que podría acceder el Tesoro Argentino serían lo suficientemente elevadas como para hacer imposible su repago”.

Tiempo de consensos

La misión el FMI encabezada por Luis Cubeddú vendrá al país el 12 de febrero y asistirán a la presentación del plan de Sustentabilidad que hará Guzmán en el Congreso, la cual se daría entre el 12 y 17 de este mes. La llegada de la comitiva será la continuación de las charlas con el organismo financiero.

El ministro de Economía estuvo en la ciudad de Nueva York con altos directivos del Fondo para aclarar los tantos de un diálogo signado por operaciones y mucho lobby alrededor de la misma.Tras más de dos horas de negociaciones en Manhattan, el organismo multilateral señaló que fue una "reunión positiva".

Del cónclave también participaron el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos; la directora adjunta del departamento para el Hemisferio Occidental del Fondo, Julie Kozack, y el jefe de la misión del Fondo para la Argentina, Luis Cubeddu. El encuentro más cercano que aparece entre Guzmán y la directora del Fondo, Kristalina Georgieva, será en el Vaticano, durante el desarrollo del seminario de La Pontificia Academia de las Ciencias Sociales.

En forma paralela, el Gobierno oficializó como embajador en Estados Unidos a Jorge Argüello, quien tendrá una función elemental: tendrá a su cargo las conversaciones con la gestión Trump y con todos los organismos multilaterales de crédito. Por ejemplo, el país norteamericano posee el 16,5% de las acciones del FMI, por lo que su en el directorio del Fondo es crucial.

Alberto espera Aires Buenos

En el marco de las negociaciones de Nación, el gobierno bonaerense volvió a estirar los plazos para obtener una respuesta por parte de los acreedores tenedores del bono BP21. El vencimiento original era el 26 de enero, pero las complicaciones heredadas por la gestión de María Eugenia Vidal aún no se terminaron de resolver.

La gestión de Axel Kicillof puso el 3 de febrero como fecha límite, con el fin de alcanzar el 75% de aceptación necesario para la postergación del pago hasta mayo. El propio gobernador había advertido que la fecha límite es el 5 de febrero, cuando debería pagarse (según las condiciones originales) el bono.

Sin el salvataje por parte Nación a la vista, Buenos Aires tendrá que asumir su propio riesgo. La negativa se explica bajo el precepto de que signar recursos extraordinarios a una jurisdicción provincial surge como una contradicción que podría terminar con las ambiciones argentinas. Si no hay dólares en la caja, no hay dólares para nadie, sin ninguna excepción.