La Justicia rechazó el pedido de prisión domiciliaria que había solicitado el genocida Alfredo Astiz, condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
El represor la había pedido por ser grupo de riesgo ante el coronavirus por su edad. Tiene 68 años y además sufre de un cáncer de próstata. El Tribunal Oral Federal 5 no hizo lugar al planteo. Es porque los informes del Servicio Penitenciario Federal indicaron que Astiz se encuentra atendido, en las cárceles se tomaron medidas de prevención y que en las unidades no se registraron casos de coronavirus.
El genocida está preso en la unidad 31 del penal de Ezeiza y formaba parte del listado de los 1.280 presos del sistema federal que por su edad, estado de salud o embarazo son grupos de riesgo ante el coronavirus.
Su defensa alegó que la domiciliaria era la mejor detención para evitar cualquier riesgo ante el cáncer de próstata y la hipertensión que padece, sumado a que Astiz ya llevaba 17 años preso y que no había ningún riesgo de fuga o de entorpecer las causas penales. Pero la Fiscalía como las querellas rechazaron el planteo. Y así fallaron los jueces Daniel Obligado, Adrián Grünberg y Adriana Palliotti.
Los jueces afirmaron que el riesgo de que Astiz contraiga el virus es hoy solo una hipótesis y remarcaron que en las cárceles no hay casos de coronavirus. Junto con el rechazo, los magistrados le enviaron un oficio al director de la Unidad 31 del SPF para que Astiz tenga el tratamiento médico y la medicación que su cuadro de salud requiere.
El Tribunal Oral Federal 5 tiene a su cargo a todos los condenados por los crímenes de la ESMA, el centro clandestino de detención por el que pasaron cinco mil personas durante la última dictadura militar y donde funcionaba una maternidad clandestina. Y tiene para resolver otros pedidos de prisión domiciliaria de represores como el de Jorge “Tigre” Acosta y el de Ricardo Cavallo, entre otros.