Qué pasa con el Zoo porteño: su estado es alarmante ¿hay que cerrarlo?

03 de octubre, 2015 | 17.00
El miércoles pasado, legisladores porteños recorrieron el zoológico de la ciudad de Buenos Aires junto a trabajadores del lugar y denunciaron que su estado roza lo calamitoso. No es la primera vez que lo hacen pero cada día que pasa el panorama es peor. Las instalaciones están deterioradas y los que más sufren son los animales. ¿Qué hay que hacer con el parque? ¿cerrarlo es la solución?

Un documento de la Asociación Mundial de Zoos y Acuarios WAZA, llamado "la estrategia mundial de los zoo y acuarios para la observación", advierte que estos sitios deberían tener como objetivo común "ofrecer la conservación de las especies de una manera verdaderamente integrada" y tendrían que ocuparse de proteger a la naturaleza en un mundo de "cambios climáticos, de sobreexplotación de los recursos naturales y de degradación medioambiental".

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Sector cabras. Cortesía Adrián Camps.

Consultado por El Destape, Marcelo Ramal, uno de los legisladores del PO que recorrió el zoo porteño junto a sus trabajadores, describió la situación de cada área del famoso zoológico de la Ciudad. "Lo que encontramos básicamente que los recintos donde están los animales tienen un estado de mantenimiento deplorable desde el punto de vista edilicio: hay escombros y paredes en mal estado que incluso hacen que la situación sea riesgosa para los trabajadores".

¿Y los animales? "Las condiciones tampoco son las adecuadas: donde es necesario que haya agua, no la hay y muchos sufren 'zoocosis', psicosis animal, por el encierro prolongado", agregó mientras explicó: "Esto es lógico por el poco tratamiento que se les da y el bajo sueldo del personal. Un veterinario, que atiende a todas las especies, gana $11.000 mientras la concesión que maneja al zoo recauda, según mis cálculos, entre 4,5 millones y 5 millones, incluyendo el merchandising".

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Monos en jaulas de búhos. Cortesía Adrían Camps.

El problema de la concesión

Hoy en día el zoológico está concesionado a una empresa privada, Jardín Zoológico de Buenos Aires S.A. que ofertó, en 2012, pagar un canon mensual de $1.010.000 y que logró tener el zoológico por cinco años. En aquel entonces, el legislador Adrián Camps aseguraba que era "un bochorno que la concesión se haya resuelto mediante un remate al mejor postor, en lugar de evaluar cuál era la mejor propuesta científica, educativa y de modernización para el zoo". En 2013, Claudio Bertonatti, quien era director del zoológico, renunció a su cargo por no poder lograr la transformación que él quería.

Cabe preguntarse entonces cuál es el rumbo a seguir con las falencias de la institución. Parece muy fácil decir que "habría que cerrarlos" y mostrarse defensor de los derechos de los animales pero en diálogo con El Destape, Bertonatti afirmó: "Existe una crisis ambiental y la riqueza de especies de nuestro país se desangra con lo cual la 'conservación ex situ', los zoológicos bien administrados, son necesarios para solucionar estos temas. Es como decir que porque la educación anda mal hay que cerrar las escuelas: es incluso más fácil y ya no se gasta plata en eso pero lo necesario es transformar la institución".

Zoo Porteño sector hipopotamo
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Sector hipopótamo. Cortesía Adrián Camps.

"Después de más de 20 años se ha demostrado que el modelo de concesión de un zoológico publico a una empresa privada ha fracasado, y rotundamente. A nivel mundial, se concesionan los zoológicos pero no a empresas privadas porque, por lógica, su objetivo central es obtener lucro. Yo creo que debería haber un modelo mixto de gestión: que el Estado delegue parcial o totalmente la administración en una ONG especializada en la conservación de la naturaleza, no en una que se cree con amigos de los que están en el Estado, que podría pasar".