Lo que se preveía está ocurriendo: la crisis mundial desatada por el brote de coronavirus y la baja del petróleo a niveles récord impacta de lleno en la Argentina y ya se ven las consecuencias: el riesgo país salta más de un 15% y casi llega a los 2.800 puntos.
Según el índice elaborado por el JP Morgan, la sobretasa que pagan los bonos argentinos por sobre los del Tesoro de los EE.UU. asciende a 2.788 puntos básicos, lo que representa una suba del 15,5%. Esto implica que la Argentina, si quisiera endeudarse en el exterior, debería pagar 27,88% más que los EE.UU., una tasa prohibitiva.
Este golpe podría afectar la renegociación de la deuda, que entra en su etapa de definición. Argentina realizaría así una propuesta con una fuerte quita a tenedores privados en un contexto de máxima aversión al riesgo y con los activos con precios por el piso y con inversores buscando activos de máxima seguridad.
Asimismo, se ve una fuerte devaluación de las monedas emergentes. El real cotiza a una paridad de 4,75 por dólar, su valor histórico máximo y que representa una suba de más del 3 por ciento en el día. Brasil es el principal mercado de las exportaciones industriales argentinas y cualquier devaluación de su moneda tiene impacto en la economía nacional. El peso mexicano, otra de las grandes economías latinoamericanana, se deprecia más de un 5% y a una paridad de 21,26 pesos por billete estadounidense.
En paralelo, Wall Street suspendió temporalmente las cotizaciones para evitar un desplome. Así lo dispone su reglamento cuando la caída intradiaria supera el 7%.