Una de las consecuencias predecibles de la pandemia fue la sustancial disminución en el consumo energético. Sin embargo, como la producción de petróleo descendió en una proporción muy inferior, el lugar de almacenamiento se acabó rápidamente y hoy el precio internacional se derrumbó más del 100%, al punto de que llegó a operar a un precio negativo por primera vez en toda su historia.
El crudo del mercado estadounidense, WTI, había caído 93,6% a U$S 1,16 el barril esta mañana, el nivel más bajo desde que se creó la plaza de ventas futuras en 198. Avanzado el día, en su punto mínimo llegó a transarse en negativo: es decir, se pagó por que se lleven el petróleo. Luego continuó con una cotización que limitó con cero.
El aislamiento social que implementaron la mayoría de los países del mundo redujo drásticamente la necesidad de combustible. Las petroleras no bajaron su producción en el mismo nivel, por lo que ahora no cuentan con suficiente lugar donde retener el stock.
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Había intentando anticiparse a esto la OPEP la semana pasada. El organismo que reúne a las potencias petroleras acordó un recorte récord de extracción de 9,7 millones de barriles de petróleo por día. Sin embargo, esta medida achicó el margen excedente, pero no fue suficiente.
Esto golpea de manera directa en el megayacimiento Vaca Muerta, uno de los mayores reservorios de gas del planeta. El shale conlleva un proceso más costoso, por lo que si se aplicara el precio internacional las pérdidas serían aún más grandes que las de una operación normal.
El 10 de marzo, cuando el precio internacional había caído a su mínimo en 30 años, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, había dispuesto aplicar licencias no automáticas para la importación de hidrocarburos para proteger la producción local en Vaca Muerta. Estos instrumentos se aplican sobre el petróleo, gasoil y naftas para evitar maniobras especulativas que afecten la producción local.
La medida se tomó en medio de la volatilidad en los mercados internacionales por la crisis del coronavirus que en el caso de petróleo suma además diferencias entre los productores de la OPEP. El objetivo era garantizar la producción y el empleo nacionales.