Desde que se hizo oficial la candidatura de Miguel Ángel Pichetto a vicepresidente de Mauricio Macri, el bloque del PJ en el Senado entró en estado de deliberación. El futuro del senador en las distintas áreas clave que ocupa fue puesto en cuestión por sus excompañeros de bancada, que se reunirán el martes para definir los próximos pasos a seguir. Por su parte, el exmandamás del bloque pejotista desafía a sus pares y asegura que no abandonará los espacios en los que fue designado, como el Consejo de la Magistratura, donde preside la estratégica comisión de Disciplina y Acusación. Desde allí decidió avanzar contra un juez de la sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, que interviene en el D’Alessiogate. Se trata de la máxima instancia penal del país.
Pichetto hace oídos sordos a las críticas y se aferra a su silla de consejero, cargo al que accedió como representante de la primera minoría en el Senado, es decir, por el bloque peronista, espacio que dejó de ocupar desde que se lanzó como compañero de fórmula de Macri. Por tal motivo, desde el bloque PJ en la Cámara Alta sostienen que debe abandonar el órgano que selecciona y sanciona jueces. El senador y candidato ya dijo que no se irá del cargo. “Si alguien piensa que no debo estar allí puede recurrir a la Justicia, y lo discutiremos allí, que es un escenario que a mi me gusta mucho”, aseguró.
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El senador José Mayans que compartió con Pichetto 19 años en el bloque PJ de la Cámara Alta fue claro: “La silla que ocupa Pichetto en el Consejo de la Magistratura es de la bancada opositora, de la primera minoría, y él ya no forma parte de la oposición por lo que no puede permanecer allí”, afirmó.
Mientras tanto, como presidente de la comisión de Disciplina y Acusación, Pichetto definió el temario a tratar el próximo martes, el mismo día que se reúne toda la bancada peronista de la Cámara Alta. En el orden del día incluyó la denuncia de la diputada Elisa Carrió contra el camarista Alejandro Slokar. A instancias del consejero y diputado PRO, Pablo Tonelli, se busca citar al magistrado por el artículo 20, es decir, como una especie de indagatoria en el marco de un expediente que caduca en agosto próximo. Es decir, que estuvo casi 3 años sin moverse.
Con esta maniobra, que tiene a Pichetto como articulador, se busca cuestionar a un magistrado que ocupa un rol central: integra la única sala que no tiene mayoría macrista y define la suerte de la causa por espionaje ilegal que se sustancia en Dolores e impactó al Gobierno. Sin ir más lejos, este miércoles Slokar junto con Ángela Ledesma y Guillermo Yacobucci rechazaron excarcelar a los expolicías Ricardo Bogoliuk (exAFI durante el macrismo) y Aníbal Degastaldi por sus vínculos con las fuerzas de seguridad.
Según fuentes del consejo, el oficialismo podría reunir los votos para lograr la citación. Esto podría abrir paso a una sanción. Lo que refleja el poder de fuego de Pichetto en esa institución, donde ingresó representando a la oposición.
Pichetto es un hombre con muchos contactos judiciales. Más de un juez le debe el cargo. Entre otros, está vinculado al fiscal ante la Cámara Federal de Casación Penal, Raúl Plee, uno de los principales impulsores de la defensa del fiscal rebelde Carlos Stornelli en los tribunales federales de Comodoro Py. De hecho, el nombre de Plee sonó -y con fuerza- para ocupar la Procuración General de la Nación. Era el candidato de Pichetto para ocupar el cargo que dejó Alejandra Gils Carbo, quien abandonó el Ministerio Público Fiscal por presión del Gobierno.
Además del consejo, Pichetto integra la comisión bicameral Revisora de cuentas (la encargada de controlar todo lo que audita la AGN), y la bicameral de seguimiento y control de los organismos de inteligencia, entre otras.
Desde el bloque PJ aseguran que esos espacios “debieran ser ocupados por algún senador que elija la bancada peronista”. Respecto a Pichetto, resaltaron que “él ya no pertenece más al bloque. Presentó la renuncia”.
Por ese motivo será clave la reunión del martes de la bancada pejotista, que pretende ampliar el marco de alianzas en el Parlamento e incluso repatriar a algunos senadores que se fueron del bloque, ahora que soplan vientos de unidad.