El mandatario bonaerense se presentó acompañado de su esposa, Karina Rabolini, vestido con una campera naranja, el color característico que utilizó durante buena parte de la campaña, antes de plegarse definitivamente al celeste y blanco del Frente para la Victoria.
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"Es un color positivo, es un color joven, moderno, buena onda. Un especialista el otro día me decía que cada color transmite valores, sensaciones, y con el naranja me sentí identificado con esa actitud", explicó.
Scioli resaltó que "si no hubiera tenido fe, no hubiera llegado hasta acá", y recordó todas las "caídas" que tuvo a lo largo de su vida, y las veces que se recuperó.
El gobernador ingresó al cuarto oscuro de la Escuela Nº 16 de Dique Luján pasadas las 10:30, y estuvo allí algunos minutos más de lo normal, lo que provocó comentarios y chistes.
"Ya voté, tardé unos minutos porque tenía dudas", bromeó el aspirante a suceder a Cristina Kirchner posteriormente a sufragar en declaraciones a radio El Mundo.