“Algunas consideraciones con relación al inverosímil descargo del imputado JOSÉ FRANCISCO LÓPEZ”. Así comienza el apartado en el que los jueces Adrián Grünberg, Ricardo Basílico y José Antonio Michilini, que condenaron al ex secretario de Obra Pública a 6 años de prisión, detallan lo disparatado de las distintas versiones que dio López, la última de las cuales apuntaba a involucrar a CFK en una maniobra conjunta con los medios oficialistas y el gobierno de Mauricio Macri.
Tal como informó El Destape, una cosa es lo que dijo López en su declaración y otra lo que le hacían decir los medios. “Creí que el dinero era de Cristina”. Eso es lo que dijo López en la declaración como arrepentido que consta en el procesamiento que dictó el juez Claudio Bonadio. Pero Joaquín Morales Solá publicó en La Nación algo totalmente distinto: “José López declaró que los dólares del convento eran de Cristina Kirchner”. Entre una y otra frase hay un abismo. En una, se trata de una presunción de López sobre el dinero; en la otra, que lo afirmó. Pero no fue un error. Carlos Pagni escribió: “José López, por ejemplo, confesó que los 9 millones de dólares que revoleó tras el muro de un convento eran de su antigua jefa”. Hace pocos días, La Nación insitió con que Lopez dino que el dinero “era de Cristina Kirchner”. Una línea editorial basada en una mentira.
Ahora se conoció la sentencia de la condena al ex secretario de Obra Pública y los jueces confirmaron que se trató de un invento, que el relato de López es inverosímil, que acomodó su versión de acuerdo a la coyuntura política y que esto coincidió con su inclusión como arrepentido bajo protección del Gobierno de Macri.
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“Entendemos que las versiones que fue proponiendo LOPEZ no han sino más que para mejorar su situación, pues ha quedado claro que el imputado iba ajustando su defensa a medida que transcurría el juicio y se producía la pena. Ello, sumado a la coyuntura política nacional que, no puede desconocerse, intentó utilizar a su favor”, afirmaron los jueces Grünberg, Basílico y Michilini.
En la cuarta versión que dio sobre lo mismo, López contó que recibió los famosos bolsos con dinero de parte de Fabián Gutierrez, un ex secretario de CFK que no trabajaba con ella hacía 10 años. El párrafo completo de la declaración de López dice: “Si me llamaba Fabián era porque Cristina así se lo había indicado, Fabián era Cristina. Yo me preguntaba en ese momento porque me habían elegido a mí. Es obvio que creí que el dinero era de Cristina y que quien estaba enviando a Fabián era ella, y por eso le hice caso. Fue así como me dirigí al convento, y sucedió todo lo que es de público conocimiento”. Para los jueces, hay algo claro: “Esa versión, el imputado LOPEZ no pudo sostenerla durante el debate con prueba que la respalde, pues fue claramente realizada aprovechando un contexto político que le permitía, para el momento de su declaración, acomodar su situación procesal y, eventualmente, poner en duda el origen del dinero”.
“En efecto -agregaron los jueces- lo que claramente intentó LOPEZ fue desviar la atención, lo que no logró”. Y enfatizaron: “No quedan dudas entonces acerca de que LOPEZ era el tenedor y propietario de todo el dinero”.
El hecho es conocido. El 14 de junio de 2016 López se trasladó desde su casa en Tigre hasta el convento Nuestra Señora de Fátima en el partido de General Rodríguez. En la sentencia se detalla lo que llevaba en el Chevrolet Meriva que manejaba: cuatro bolsos y una valija, los cuales contenían 8.982.047 dólares, 153.610 euros, 59.114 pesos y 425 yuanes, junto a varios relojes de alta gama. También tenía una carabina calibre 22mm, con mira telescópica. Para los jueces, quedó demostrado que López quiso ocultar el dinero, que no podía justificarlo, que tenía planificado que fuera en ese convento y que tenía pleno conocimiento de los riesgos que implicaba ese traslado.
López dio al menos 4 versiones sobre el origen del dinero que tenía en los bolsos. En la etapa de instrucción de esta causa, le dijo al juez Daniel Rafecas que esa plata la tenía escondida en su casa bajo un tanque de agua. En la causa por la tenencia del arma dijo ser víctima de una conspiración kirchnerista. El 10 de agosto de 2018, ante el tribunal que lo condenó, dijo que era plata de la política sin especificar nada más. El 4 de octubre de 2018, finalmente, dijo que creía que el dinero era de CFK porque se lo había entregado el Gutiérrez. En su voto, el juez Grünberg recuerda: “Es el de público y notorio conocimiento, y también surge del expediente reservado relativo al cambio de lugar de detención de José López, que esta segunda declaración tuvo lugar luego de haberse acogido ante la justicia colaborador federal (llamado de instrucción imputado como imputado ‘arrepentido’)”. Esto es clave para entender el rol del Gobierno ya que, como reveló Carla Pelliza en este medio, el programa de protección de testigos fue una herramienta clave para direccionar declaraciones en determinadas causas.
“José López realizó primero una expresión genérica a que el dinero era “de la política”, para luego entonar una palinodia conspirativas de que incluye circunstancias tinte cinematográfico que no resisten el menor análisis”, describió el juez Grünberg.