La empresa offshore donde el Presidente trabajó como director fue vendida a los seis meses de creada, en 1998. En la transacción se mantuvieron los Macri como directores y se realizó por menos de $ 500.
Las compañías creadas en paraísos fiscales suelen tener el propósito de evadir impuestos o sencillamente ocultar dinero. La estructura tributaria de esos territorios lo permite, por ser laxa para el gran capital. Sin embargo, esa práctica es abiertamente ilegal donde provienen los dueños, por ello existe la costumbre de esconder a los verdaderos propietarios.
Las economías de aquellos países dependen de la elaboración de estructuras financieras, así que el secretismo y la complejidad valen tanto como las empresas. En una ardua investigación, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) descubrió que Mauricio Macri, Francisco Macri y Mariano Macri fueron directores de una compañía que no fue declarada por el ex jefe de Gobierno porteño hasta 2009, cuando la sociedad fue disuelta.
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Desde Presidencia la respuesta llegó rápido: el actual jefe de Estado no era accionista de Fleg Trading Limitada. Tampoco debía percibir honorarios por su cargo, ya que sería un ingreso de interés para la AFIP.
Pero con la existencia de esta posible firma no declarada, pasó desapercibida la venta que se realizó el 9 de septiembre de 1998, seis meses después de aquel 31 de marzo en el que se constituyó. El pase de manos lo coordinó Mossack Fonseca, el mismo estudio jurídico que la creó.
El comprador uruguayo, Bado, Kuster, Zerbino & Rachetti, la obtuvo con los mismos directores (el mandatario, su padre y su hermano) y por U$S 485 en épocas del $ 1 a U$S 1. El sello costó U$S 60, mientras que la legalización U$S 155, por lo que se desembolsaron U$S 690.
El Destape consultó a diversos especialistas financieros, con experiencia en el mercado internacional en general y offshore en particular. Los hábitos en sociedades fantasmas indican que se crea directamente a nombre del cliente. Otra posibilidad es que la funda un anónimo y luego le pase la titularidad al interesado o a una tercera persona.
Además, la venta se pudo haber concretado por sólo U$S 485 para encubrir la valuación verdadera del patrimonio de la compañía. El monto es ínfimo para una empresa cuya finalidad consistía en invertir en sociedades no financieras en Brasil.
Las explicaciones de los expertos no se desviaron de esas hipótesis, siempre con la incógnita del propósito de la compañía. Esto dependerá de las debidas explicaciones que Macri dará y de los siguientes documentos de los Papeles de Panamá que se publiquen en los próximos meses.