Bajo un salón repleto de empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA) Alberto Fernández convocó a los industriales a trabajar junto a otro sectores para reactivar la economía, en medio de la caída del consumo interno y de 17 meses consecutivos de derrumbe de la actividad industrial.
El Presidente electo se llevó del GoldenCenter Eventos, lugar en el que la Unión Industrial Argentina (UIA) realizó su 25° conferencia, no solo muchos aplausos, que interrumpieron su discurso en pasajes en los que, por ejemplo, convocó a un acuerdo económico y social y criticó a quienes promueven y se benefician con la timba financiera. "Todos esperamos la reactivación y esperamos que Alberto lo logre", "el sector está expectante a los primeros pasos, pero las sensaciones son buenas porque ahora venimos golpeados", fueron algunos de los comentarios que resonaron en los pasillos de Parque Norte. El acto se caracterizó por la confluencia del ámbito empresarial y sindical, sumada a la esperada venida del nuevo gobierno del Frente de Todos en medio de la crisis.
En el marco de la inminente asunción de Alberto Fernández como nuevo Presidente y la situación cuasi terminal de la industria, la UIA organizó un acto bajo una consigna que hasta podría confundirse con uno uno de los ejes discursivos que repite el mandatario electo: "Construir consensos". Bajo esa premisa, empresarios de distintas escalas coincidieron en la idea de lograr las condiciones necesarias para "reactivar lo más rápidamente posible".
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Esos consensos, Alberto Fernández busca alcanzarlos a través de un acuerdo en el marco de un Consejo Económico y Social, cuya creación será a través de una ley que pasará por el Congreso. Este punto entusiasma a empresarios que necesitan poder planificar sus inversiones a mediano y largo plazo. "Las industrias para desarrollarnos necesitamos no menos de cinco años y tenemos que saber a donde vamos para invertir y tomar personal. Para resolver los problemas de coyuntura tenemos cintura para adaptarnos, pero necesitamos ver un horizonte", señaló un empresario pyme a El Destape.
Respecto a la faceta netamente económica, los interrogantes rondaron en torno a cómo se darán los acuerdos macrosociales que pretende instaurar el Frente de Todos, los cuales determinarán, en gran parte, el margen de maniobra de las empresas. El acceso crediticio, los lineamientos de producción, la estructura tarifaria y las regulaciones al mercado exterior aparecieron como conflictos urgentes.
En la semana, el ente que agrupa a todos los rubros industriales informó una caída interanual del 7% en septiembre para la actividad, lo cual significó el décimo séptimo mes consecutivo con cifras negativas. En comparación con agosto, la producción retrocedió 3,3%; mientras que en el período enero-septiembre, acumuló un descenso del 7,6% respecto al mismo período del año anterior.
"Los costos son imposibles de afrontar y los problemas cotidianos pegan fuerte. Uno a veces no entiende cómo poniendo tanto por el país se puede exponer a esta situación. La confianza es necesaria en este momento, ojalá se pueda revertir", deslizó un empresario pyme.
Los equipos técnicos del PJ ya idearon un plan de reactivación anclado en el objetivo de recuperar la demanda e impulsar el consumo. De esta manera, el efecto rebote ampliaría el uso de la capacidad instalada, que actualmente se estima en un rango del 60%.
En su disertación, el propio Fernández alertó sobre el peligro de la ociosidad e invitó al sector a dejar en el pasado un esquema de especulación financiera para impulsar el aparato productivo. "No vamos a importar remeras de China y bicicletas de Corea", planteó el presidente electo.
Foto con empresarios y sindicalistas, Alberto Fernández se llevó un fuerte respaldo del Congreso de la UIA a diferencia de Mauricio Macri, quien dio un pequeño discurso y se fue sin foto y con la desilusión de un empresariado que apostó a él y al fin del peronismo.