El flamante ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó que lanzará un programa integral para frenar la recesión y la inflación que este año alcanzará el 55%. Aclaró que no realizará una contracción fiscal, como insisten el Fondo Monetario y los economistas neoliberales.
En su primera conferencia de prensa, el investigador que trabajó años junto al nóbel Joseph Stiglitz analizó que "el modelo que aplicó (Mauricio) Macri fracasó. La pobreza se acerca al 38% y sigue subiendo". "Esa situación es la que nosotros vinimos a revertir", anticipó. Para esto, su equipo preparó ya un programa macroeconómico “para frenar la caída, dadas las restricciones".
Cambiemos abrió la economía y esperó a que lleguen solas las inversiones. "Exponer a la sociedad a eso ha sido una apuesta irresponsable", esgrimió. Para contrarrestar esto, Guzmán diseñó un plan “para ordenar la economía y que las familias no vivan una situación de tan grande estrés”.
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Ante esto, aclaró que “sería desestabilizante financiar la expansión económica con emisión monetaria” pero, a la vez, ratificó que en 2020 no realizará una contracción fiscal “porque profundizaría la recesión y la agravaría. El tema es tener el aire para no tener que hacer esa contracción fiscal”.
Como primera medida, el funcionario que estrenó el martes sus funciones reveló que presentará para las sesiones extraordinarias en el Congreso un proyecto de ley de Solidaridad y Reactivación Productiva. Si bien se negó a abundar aún en los detalles de un documento no terminado, comentó que contendrá medidas para proteger a los más vulnerables, dentro de las restricciones del presupuesto, y frenar la caída en la actividad. Por la pérdida de poder adquisitivo, aclaró que “la inflación no se debe atacar sólo con política monetaria, sino con una política integral”.
Apremiado por el escaso tiempo con el que cuenta para culminar los programas que debe aplicar para contener la estanflación, Guzmán contestó sólo una docena de preguntas en un microcine del palacio de Hacienda colmado de periodistas. “Tenemos que definir un sendero de superávit fiscales primarios y comerciales que sean consistentes con el perfil de la deuda modificada”, lanzó sobre la política sobre los bonos que, adelantó, reperfilará. “Venimos a resolver el problema de virtual default que deja la gestión anterior”, enfatizó.
“Hemos tenido conversaciones con el FMI y ha habido un reconocimiento del fracaso del programa anterior y de la grave situación de la economía argentina”, contó el ministro. La falla se dio, aclaró, porque ni el organismo ni Macri entendieron los mecanismos de transmisión de precios.
“Queremos tener una relación constructiva con todos los acreedores, con los privados y con el FMI, entendiendo que acá hay un problema y que tenemos que resolverlo para que todos se beneficien y para que los acreedores puedan cobrar”, planteó. Para gestionar la crisis de los títulos públicos en dólares, que ascienden por encima de los U$S 300.000 millones, creará una unidad ad-hoc especial para la Gestión de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa.
Por el recorte jubilatorio que impuso Macri en 2017, Guzmán calificó de “muy grave e inaceptable”. “En el único año en que la economía creció, se decidió cambiar la ley para no compartir la mejora con los jubilados”, lanzó.