El presidente le pidió a su gabinete "aislarse" de las críticas, a las que definió como "agresiones", en medio de un creciente descontento por el impacto de sus políticas en los sectores más vulnerables. Macri sostuvo que "engancharse" en eso genera que "pierdan energías" y atribuyó los cuestionamientos a las "inseguridades" de quienes la formulan.
Lejos de adoptar una postura de escuchar y dialogar que propuso en la campaña, el primer mandatario le dijo a sus ministros y secretarios que "hay que tener la capacidad de aislarse o relativizar o tratar de comprender a aquellos que nos agreden. No tenemos que engancharnos en la agresión porque donde nos enganchamos perdimos energía, el foco de lo que tenemos que hacer".
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Macri realizó estas declaraciones en el marco de una reunión de gabinete ampliada llevada a cabo en el Centro Cultural Néstor Kirchner, que hasta el momento solo se utilizó para la recepción de Barack Obama y esto. Allí, el líder del PRO pidió "no enojarnos" porque quienes reclaman "son argentinos que tal vez desde los miedos, de la inseguridad, creer que no van a poder cruzar ese puente que lo vamos a cruzar".
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Las afirmaciones del presidente tienen lugar cuando, según varias encuestas, su imagen viene en declive producto de los efectos de la suba del transporte y las tarifas de servicios públicos. Desde los gremios vienen reclamando una ley que frene los despidos, la cual se consensuó entre casi toda la oposición del Congreso, pero que el bloque oficialista solo quiere poner en práctica una vez que la desocupación alcance los dos dígitos.