Cuando asumió, el Gobierno de Mauricio Macri prometió "terminar con la guerra contra el periodismo". Desde entonces, se sucedieron una serie de hechos que, por acción de la propia administración u omisión, los perjudicados fueron periodistas y medios críticos de la actual gestión.
Desde la reforma por DNU de la ley de Medios, que implicó avalar el statu quo del Grupo Clarín en detrimento de medios más pequeños, hasta el sugestivo despido de Víctor Hugo Morales de radio Continental tras 30 años en la emisora y el despido de trabajadores de medios públicos, todos padecieron esta nueva etapa.
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El último ejemplo es la feroz agresión de la patota de Mariano Martínez Rojas al edificio de Tiempo Argentino, en un conflicto laboral en el que el ministerio de Trabajo deliberadamente se niega a intervenir, dejando que la ley de la selva prime en una disputa en donde debería mediar. Para darle ribetes dantescos, la patota que ingresó a un medio crítico del Gobierno se retiró escoltada por la propia Policía Federal.
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