Los resultados de las elecciones en el espejo oscuro de Facebook: UNO, DIEZ, CIEN MEGUSTEOS

04 de noviembre, 2015 | 13.11

Domingo/Lunes

En el bunker del CAMBIEMOS, reminiscencias del viejo "Domingos para la Juventud": globos, música de fiesta, luces y una candidata adultescente que provoca a sus votantes con un "a saltar, a saltar". Los votantes del FPV atraviesan la primera fase del Modelo de Kübler-Ross para lidiar con la tragedia: la NEGACIÓN ("esto no puede estar pasando"). En Facebook empieza el reparto de responsabilidades y todos tienen alguien a quien culpar.

Lunes

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Joaquín Morales Solá escribe por enésima vez su editorial sobre el fin del kirchnerismo. "A ver si esta vez se me da", se dice orando para sí mismo. Segunda etapa del modelo de Kübler-Ross: IRA. Facebook se puebla de mensajes insultantes en el estilo de estos argentinos boquisueltos, con su ametralladora de adjetivos: ("si votás a X no solo sos un pelotudo: también sos un hipócrita y un hijo de puta"). La seducción por medio de la puteada, un intento de ganar el voto masoquista. En Facebook se recomienda esclarecer al votante acerca de la porquería que es el otro.

Martes

Los candidatos del PRO salen de rotación; juntos y en grupo, de día y de noche por los programas periodísticos. Todos dicen exactamente lo mismo: los problemas de la gente, sumarse el cambio, tenemos la experiencia, así se esté hablando de las células madre o las relaciones bilaterales con Bosnia Herzegovina. Martiniano Molina subraya el logro "solo tengo cinco meses de experiencia en política". La izquierda dice que los dos candidatos son lo mismo y es lógico: cuando se mira de lejos, todos los gauchos son petisos. En Facebook se dice que lo del insulto ya fue, que ahora hay que hablar de amor y ser seductores y cariñosos.

Miércoles

La frase más repetida es "que no te traten de pelotudo"; no hay peor insulto que ese, parece. Ni ser tratado de mezquino, arribista, depravado o desleal. Hay una sobrevaloración de la inteligencia que provoca que no haya peor infamia que esta. Mientras tanto, en las redes se advierte que Macri es Macri, aunque a muchos parece no importarles. Tercera etapa del modelo de Kübler-Ross: NEGOCIACIÓN ("si cada uno consigue un votante más"). En Facebook se invita a los votantes del FPV a ser autocríticos, culpógenos y autoflagelantes.

Jueves

"Candidato de mierda, votantes de mierda, políticos de mierda", en las redes florece la afición porteña por la coprofilia, una fijación en la analidad, como diría cualquier terapeuta freudiano. En las calles de Buenos Aires aparecen pegados varios carteles escritos con marcador; se trata de una campaña callejera, al estilo de las grandes gestas peronistas. Un grupo de intelectuales palermitanos intenta desesperadamente colocarse por encima de la pugna, pero encuentran que el voto en blanco también es una opción y se consuelan escribiendo notas como esta. Cuarta etapa del modelo de Kübler-Ross: DEPRESIÓN ("si gana, te juro que largo todo y me voy"). En Facebook se dice que hay que ser asertivos y descriptivos; acentuar los logros y dejar las críticas.

Viernes

Los taxistas se sienten felices: todo el mundo les pregunta por quién van a votar, para felicitarlos o para convencerlos de cambiar. Lilita –la autora de "quieren matar a Scioli" y "la Cámpora tiene armas"- advierte que el FPV quiere incentivar el miedo. Quinta y última etapa del modelo de Kübler-Ross: ACEPTACIÓN ("nadie tiene la vaca atada, nunca hay que dar un voto como seguro"). En Facebook se incita a que militar más que nunca. Con amor o con datos; que nadie sabe, maldita la cosa, qué es lo que termina por decidir la intención de un votante.