Los puntos débiles del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea

Los bloques económicos firmaron un acuerdo histórico tras 20 años. Sin embargo, las incógnitas sobre cómo Argentina se insertará genera incertidumbre.   

28 de junio, 2019 | 16.59

El acuerdo rubricado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) dejó varias dudas, a pesar de la algarabía que mostró el Gobierno en las redes sociales. El temor a la caída de las exportaciones y la desventaja frente a las economías europeas son los puntos débiles más relevantes.

A través de distintos comunicados, ambos bloques difundieron las bases del acuerdo. Del lado latinoamericano, remarcaron la eliminación del 93% para los aranceles de las exportaciones y un trato preferencial para casi todo el 7% restante.

“El Mercosur obtiene plazos amplios de hasta 15 años para liberalizar sectores sensibles en forma gradual. El acuerdo favorece el comercio intra-industrial al reducir los aranceles para insumos y bienes de capital”, afirmó el documento.

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En el detalle, el comunicado añadió: “el 63% de las exportaciones argentinas a la UE son bienes agrícolas. La UE liberaliza el 99% de las importaciones agrícolas del Mercosur: para el 81,7% eliminará los aranceles de importación. En tanto, para el 17,7% restante ofrecerá cuotas o preferencias fijas. Sólo se excluyen algo más de 100 productos”.

Por otra parte, el bloque europeo recalcó que el acuerdo removerá la mayoría de los aranceles a las exportaciones y que las compañías del continente se ahorrarán cuatro billones de euros. Los sectores que podrían sacar más rédito podrían ser el automotriz, los productores de químicos, los farmacéuticos y la ropa, entre otras armas de la economía.

¿Cuáles podrían ser las consecuencias para Argentina? las exportaciones totales caerían. Primero, porque la desgravación arancelaria entre la UE y el Mercosur afectaría las preferencias al interior del mercado común, lo que desembocaría en la caídas de las ventas externas argentinas de manufacturas de origen industrial (MOI) hacia el resto del Mercosur.

Además, el proteccionismo agrícola en Europa impediría que Argentina pueda incrementar su volumen de exportaciones en aquellos productos vinculados al complejo alimenticio.

En otro aspecto, las importaciones provenientes de Europa se aumentarían exponencialmente por la baja de aranceles, principalmente en el caso de los productos industriales de elevado valor agregado  Por eso, Argentina se posicionaría como un proveedor neto de materias primas y alimentos e importador de manufacturas de mayor valor agregado y contenido tecnológico.