Los intentos de Kicillof para bajar la inflación

07 de noviembre, 2014 | 17.04

Por Darío Gannio
Redacción El Destape
@dgannio

En el año de mayor inflación del kirchnerismo, el equipo económico sostiene que tiene un plan para reducirla y que el año que viene será menor. Para el ministro Axel Kicillof la variación de precios se disparó por la devaluación de enero, pero se redujo y se mantendrá en el último bimestre.

Si bien desde el Gobierno insisten en que no hay un ajuste y rechazan las "prácticas ortodoxas", Kicillof tomó medidas que pueden considerarse como antiinflacionarias, y que por eso, según dicen desde su entorno, la suba de precios se moderó, aunque sigue siendo elevada. Además, expresó frente a sindicalistas hace algunas semanas que en 2015 la inflación será entre un 5% y un 10% menor.

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De las medidas que se destacan, la más importante es el "ancla al dólar", que después de la devaluación de enero de casi el 20% mantuvo la divisa en los últimos meses. No obstante, con inflación y con abundancia de pesos en la calle, mantener el tipo de cambio se volvió más trabajoso.

Por eso, para "sacar pesos de la economía" y que tanto los minoristas como las financieras tengan un nuevo instrumento de ahorro, el Ministerio de Economía emitió hace algunas semanas un bono por casi u$s 1.000 millones que reeditará la semana que viene por otro monto de, mínimo, 500 millones de dólares. Esta alternativa, a pagar en pesos pero atada a la devaluación, fue impulsada por economistas de varios ministerios y otros cercanos al Ejecutivo.

En esa misma línea fue la instrumentación que lanzó Alejandro Vanoli en su primera semana al frente del Banco Central, que obligó a los bancos a subir el piso de los plazos fijos. La decisión de financiarse en el mercado interno, en vez de hacerlo en el exterior, se va a mantener, principalmente por el conflicto buitre.

Además, desde Hacienda enumeran las acciones de la Secretaría de Comercio, como el impulso a la Ley de Abastecimiento y la expansión del programa Precios Cuidados, como políticas contra la suba de precios.

Pero también hubo medidas más "políticas", como la negativa de la Rosada de subir el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y la presión para que no se extienda en varias actividades el bono de fin de año. A esta lista se suma la quita de subsidios y suba de tarifas en el gas y el agua, a la que podría sumarse la luz.

No obstante, esas son medidas de "doble vía", que tienen un efecto inflacionario y otro que detiene la suba de precios. Es que si el ahorro de los trabajadores que más ganan se destina a comprar dólares, eso puede presionar a una devaluación. A eso apuntó el economista Miguel Bein el miércoles en el auditorio Pacífico del hotel Hilton, cuando estimó que, si se quitaran los beneficios a la luz, las tarifas se multiplicarían por siete.

Aunque aclaró que quitar todo el subsidio no sería su recomendación de política económica, el asesor del gobernador de Buenos Aires consideró que buena parte de esa transferencia va a los sectores de ingresos más altos, y que ese excedente "lo destinan a comprar dólar ahorro, lo que te presiona a una devaluación".

En diálogo con periodistas antes de subir al estrado, Bein consideró: "Si se reúne un grupo de economistas en una habitación baja la inflación en diez minutos: suben la tasa de interés al 80%, congelan paritarias, aumentan las tarifas, abren importaciones y devalúan". "Pero cuando salen de esa habitación, la sociedad quedó destrozada", remató.


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