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Días después de ganar, el ya presidente electo repetía el mismo latiguillo cuando le recordaban su relación con Nicolás Caputo y los contratos en la Ciudad: que Caputo no ganó ningún contrato en sus ocho años de gestión porteña y que él le pidió que así fuera.
Tres meses después, el actual ocupante de la Casa Rosada envió un mensaje preocupante al Congreso: si no aprueban el acuerdo con los fondos buitre, "habrá ajuste o hiperinflación". Y propuso que la salida al gobierno kirchnerista es "un ajuste gradual" como el que asegura estar realizando. Un ajuste, lo mismo que él perjuraba que no haría.
Macri había insistido tras ganas el balotaje que Caputo "no había ganado ningún contrato durante sus ocho años de la Ciudad", un dato falso ya que la firma SES (50% propiedad de Caputo SA), ha obtneido 1.400 millones de pesos en contratos que abarcan desde el mantenimiento de hospitales, escuelas y reformas en el Microcentro. Allí, prometía que Caputo sería "un empresario más" y desestimaba el aumento de sus acciones en la Bolsa, que se dispararon con el triunfo de Cambiemos.
Ahora, defiende que Caputo se presente a licitaciones aunque jura y perjura que ganará de forma transparente. En apenas tres meses, en la Ciudad Caputo obtuvo 300 millones de pesos en distintos contratos para sus empresas.