Seis armas de fuego, un chaleco antibalas, chapas identificatorias de fuerzas de seguridad, tres autos, decenas de relojes de mano y una cámara para filmaciones clandestinas. Fructuosa fue la búsqueda judicial en la casa de Marcelo D’Alessio el miércoles 6 de febrero. El operativo en el club de campo Saint Thomas Este fue ordenado por el juez federal Alejo Ramos Padilla, quien investiga la extorsión que realizó junto con el fiscal Carlos Stornelli a un empresario agropecuario.
D’Alessio gustaba de practicar tiro, a donde invitaba a amigos y conocidos. También exhibirse con su escopeta Kel Tec KSG, que lo acompañaba al polígono. Su pomposa casa en el barrio cerrado también era una herramienta para acercarse a personas con las que pretendía estrechar vínculos. Los invitados se sorprendían por el tamaño de la propiedad y la presunta apertura que mostraba D’Alessio, según relataron a El Destape algunos que visitaron su inmueble.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Allí también atrajo a sus víctimas de extorsión, como revelaron algunos. Así buscaba generar un ambiente de confianza, de amistad, donde parecía que nada tenía para esconder. Y así operaba con más eficacia, como con el empresario agropecuario Pedro Etchebest, a quien le reveló que el dinero que le solicitaba estaba dirigido a Stornelli, quien tenía el poder de borrar su mención de la causa de las fotocopias de los cuadernos.
En el allanamiento de la semana pasada, llevado a cabo por órdenes del magistrado de Dolores, D'Alessio a los gritos reclamó que estaban cometiendo un error, pues se trataba de un importante funcionario, y exigió que le devuelvan su celular para llamar a Gustavo Arribas (jefe de la AFI) y a la diputada Elisa Carrió, de acuerdo a la reconstrucción que pudo realizar este medio.
Es que, como si fuera poco, poseía en su morada dos escopetas, un revólver y tres pistolas. De todo encontraron registros de tenencia, excepto de la escopeta high standard calibre 12/70, de acuerdo a la documentación a la que tuvo acceso exclusivo El Destape.
Además de esa escopeta, tenía la Kel Tec KSG con mira. El revolver era marca Smith & Wesson calibre 357, con cachas anatómicas que no permiten ver su numeración. Integraban el resto de las armas de puño una Bersa Thunder de 9 mm, una Sig Sauer SP 2022 calibre 40 y una Glock 45 mm, el mismo modelo que utilizó el juez Claudio Bonadio para matar a dos ladrones en 2001 en una situación donde todo indicaba que estaban huyendo. La Glock la encontró la Prefectura con cargador pero sin municiones dentro de la Range Rover de D’Alessio, estacionada en la casa.
Este último dato se suma al chaleco de protección balística de su propiedad y a que quienes lo han visto en un “operativo”, algunas veces le han notado la funda plástica para el transporte de pistola que lo acompaña a la altura del cinturón, que también fue hallada por los investigadores oficiales.
Para todo esto contaba con cientas de balas, que le descubrieron dispersas en la propiedad, acopiadas en distintas cajas y recovecos.
Los vehículos eran una Range Rover, donde hallaron la Glock, un Audi con tres municiones de distinto calibre escondidas, y un Toyota Corolla. Además de todo esto, le encontraron decenas de relojes de mano, una computadora, un iPhone y una “cámara espía”. Sí, una filmadora para hacer grabaciones clandestinas.
Por lo que pudo recopilar este medio de diversas fuentes, también poseía un velcro con la inscripción de la Policía Federal Argentina, una remera con la inscripción del FBI y una chapa con la inscripción de la Drug Enforcement Administration, US Special Agent.
El miércoles 13 de febrero volvió al inmueble Ramos Padilla, a lo que se le sumó el juez de Lomas de Zamora Federico Villenas, quien investiga el presunto lavado de dinero narco, tras una denuncia anónima.
D'Alessio había dicho en uno de los cientos de audios que grabó Etchebest que era socio de Rodrigo González, quien lo desmintió en entrevista a Navarro 2019 por El Destape Radio y contó que era sólo su abogado penal. Después de eso, renunció y ahora su representante legal ante ambas causas es Claudio Fogar.