Las extorsiones de Marcelo D´alessio no sólo se posaron sobre su pata jurídico-política para lograr vincular a diferentes empresarios o políticos con hechos delictivos. Los medios de comunicación jugaron un rol fundamental en los aprietes, en especial el periodista de Clarín, Daniel Santoro, a quien el operador utilizaba como as en la manga para sus operaciones: si el extorsionado no hacía lo que él decía, saldría publicado en el diario de mayor tirada del país.
Cuando estalló el escándalo de las coimas pedidas por D´alssio, cuya terminal sería el fiscal Carlos Stornelli, el propio Santoro intentó despegarse de la figura del operador pero terminó confesando su vínculo con él desde hace años, más precisamente desde la investigación del “triple crimen de General Rodríguez”.
Según contó en Animales Sueltos, su vínculo era “estrictamente periodístico” y lo usaba como fuente de información, con datos que publicó y otros que no porque “eran inverosímiles”.
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En la causa del triple homicidio, ocurrido en 2008, el periodista Jorge Lanata apuntó contra Aníbal Fernández, a quien definió como “La Morsa”. Esa operación mediática también fue alimentada por el propio Santoro quien escribió una serie de notas sobre el tema, en las que aseguraba que el fiscal de la causa, Gerardo Pollicita, tenía pruebas suficientes contra el exfuncionario kirchnerista y se sumó al apodo creado por Lanata.
Si bien Santoro aseguró que confiaba en sus fuentes, el caso del triple crimen fue fallido. En declaraciones judiciales, Martín Lanatta, uno de los detenidos por los homicidios, reveló: "Primero, nos hicieron esa nota arreglada para el programa de (Jorge) Lanata, donde tenía que meter a Aníbal Fernández (entonces pre candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el FPV) en la causa de General Rodríguez".
Pese a ello, la relación de amistad entre Santoro y D´alessio continuó. En una de las conversaciones que el extorsionador mantuvo con el empresario Pedro Etchebest, confesó el íntimo vínculo: “Fui a tocar el piano a la casa…. Ahora el 2 de diciembre, estuve en la casa con un gorro militar ruso, él era agente de la KGB”. Incluso, contó que se hizo “muy amigo de Daniel” quien va “cada tres semanas” a su casa. “Yo voy cada dos o tres semanas a su casa y nos juntamos una vez por semana. Si él vive adentro del juzgado”. No se trataba sólo de un vínculo profesional sino de estrecha amistad.
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Esa relación derivó, con los datos y denuncias que se conocieron hasta el momento, en la configuración de la pata mediática de las extorsiones. Una persona atemorizada por la posibilidad de aparecer en una causa ilegal, amenazada con salir en el medio de mayor tirada del país, puede ser “ablandada” para obtener los fines deseados por el extorsionador: la inculpación de terceros o dinero.
El trinomio Santoro - D´alessio - Stornelli
Según la resolución del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, del 25 de febrero de este año, el fiscal Carlos Stornelli admitió públicamente que su relación con D´alessio comenzó gracias al propio Santoro: “Me llamó que tenía una información de la ruta del dinero. A mí me fue presentado por el periodista Daniel Santoro como un hombre bien informado, investigador, creo que trabajaba para una agencia de la DEA o algo así”, según consta en el documento judicial.
Esa presentación derivó en una relación más fluida entre el fiscal y el extorsionador, a punto tal de conversar seguido y manifestar, incluso, cariño, tal como consta en un chat entre ambos el 10 de enero, en la que D´alessio le dice que lo quiere. Stornelli fue citado a declaración indagatoria por el magistrado por tener indicios suficientes para suponer que fue parte de las maniobras extorsivas del operador.
La relación Santoro - D´alessio: capítulo PDVSA
Una de las operaciones de D`alessio tuvo que ver con convertir en arrepentido a Gonzalo Brusa Duvat, quien trabajó en PDVSA argentina, con la amenaza de una causa judicial en el fuero penal económico, algo que podría desaparecer si declaraba ante Stornelli. Según surge de un chat entre D´alessio y Etchebest, el plan era bloquear los fondos de la empresa en el país. Cuando, con sus maniobras extorsivas, logró “ablandarlo” con amenazas, realizó una serie de encuentros con el periodista de Clarín para hacerle entrevistas y presentarlo como un arrepentido.
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En una conversación con Etchebest el 30 de enero, D´alessio confesó que logró quebrar a Brusa Duvat: “Ahora lo voy a hacer sentar con Santoro y de ahí a sentarlo con Stornelli para que el día lunes le estén tomando una testimonial y meter en cana todo lo que es PDVSA y quedarnos con el dinero en la Argentina de PDVSA argentina”. Para terminar de convencerlo, le envió unas fotos de Santoro con el empresario de PDVSA.
Al respecto, Brusa Duvat declaró: “Puntualmente (D´alessio) me dijo que, siguiendo los protocolos de la DEA; yo debía formalizar una denuncia ante el fiscal Stornelli, y luego prestarme a entrevistas para el diario Clarín, Todo Noticias (TN) y América 24. Y que si lo hacía así mi familia y yo íbamos a estar protegidos”. Lo que finalmente ocurrió.
De este modo, D´alessio buscó demostrar su poder de fuego para publicar o no distintas causas en el diario del Grupo Clarín.
Santoro - D´alessio: “La mafia de los contenedores”
Víctor Palomino Zitta, arrepentido en la causa de la “Mafia de los contenedores”, aportó una nueva declaración por extorsión contra el abogado Marcelo D`alessio y el periodista Daniel Santoro. Según su testimonio, el objetivo era incriminar a ex funcionarios kirchneristas en el presunto contrabando de 561 contenedores a través del Puerto de Buenos Aires. El empresario aseguró que el extorsionador le exigió el pago de US$500.000 para no ir preso ni publicar su caso en medios del Grupo Clarín.
Según aseguró el 22 de febrero ante el juzgado federal de Dolores, una vez detenido por la causa, se presentó D´alessio en el juzgado para ofrecerle salir en libertad. Daniel Santoro apareció ese día, lo saludó “de manera muy amena” y le dijo a su ex novia que “estaba controlado y que no iban a salir en los medios, por la contratación de los servicios de ese estudio” de abogados (el de D´alessio).
Cuando Palomino Zitta obtuvo, efectivamente, su libertad, el extorsionador le exigió el pago total del monto para que la causa no volviera para atrás. Si eso no ocurría, hablaría con el juez, el fiscal y con el propio Santoro, quien se encargaría de publicar el caso en Clarín.
El mismo modus operandi: la extorsión a Traficante
En la misma causa, el despachante de aduanas, Gabriel Traficante, denunció que D`alessio buscó brindarle sus servicios para alivianar su situación judicial, en la que estaba imputado. El extorsionador buscó sacarle dinero y usó el mismo modus operandi que con Palomino Zitta: sus fuertes vínculos con Santoro y cómo podría destruirlo al publicar informaciones privadas y detalladas sobre su vida.
“Con tono intimidatorio, me recalcó su estrecha vinculación con el periodista de Clarín, Daniel Santoro, señalando que él tenía toda la información para escracharme a mí y a mi familia en el diario, pero podría parar tal publicación difamatoria”, declaró Traficante en Comodoro Py.
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Después de eso, D´alessio comenzó a escribirle con periodicidad al despachante de aduanas que empezó a ignorar sus mensajes. Ante la falta de pago y de respuestas, comenzaron las publicaciones en el diario Clarín y su mención en la causa en el programa La Cornisa, de Luis Majul. Uno de estos ejemplos palpables es la nota publicada y firmada por Santoro el 26 de noviembre de 2016 en la que aseguró: “La Justicia investiga si el despachante de aduana, amante de los autos de alta gama y los hoteles cinco estrellas, Gabriel Traficante, es el jefe de la banda de contrabandistas de contenedores”.
A diferencia de otros casos, ante la negativa de Traficante, D´alessio hizo operativa la pata mediática del apriete.
Capítulo final: la entrega de Animales Sueltos
Sin embargo, D´alessio no sólo se concentró en empresarios y políticos, sino que también investigó a periodistas. Lo hizo con toda la mesa de Animales Sueltos a causa de una reunión entre Alejandro Fantino y Cristina Kirchner. Su informante fue Daniel Santoro, que a fines de 2018 entregó información ideológica de sus compañeros de programa, así como sus terminales. Esa información recayó en manos del extorsionador del fiscal federal, quien armó un informe que entregó a Ricardo Bogoliuk, ex comisario de la Bonaerense y, por entonces, agente de la ex SIDE.
Esta maniobra de inteligencia fue revelada por el juez Ramos Padilla luego de tomarle declaración indagatoria a Bogoliuk el pasado 27 de febrero. Según la imputaciòn del juez Ramos Padilla, hubo “informes de inteligencia que (D´alessio) realizó sobre los periodistas del programa televisivo “Animales Sueltos” y cuya fuente de información fue el periodista Daniel Santoro a quien D ´Alessio señala -en sus reportes de inteligencia- como su “amigo” y que también le era reportada al -entonces- agente de la AFI Bogoliuk”.
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Tras la publicación de esta operación ilegal de inteligencia, Santoro publicó en su cuenta oficial de Twitter que se tomaría un tiempo de licencia del programa conducido por Alejandro Fantino para iniciar acciones judiciales “contra la campaña montada” en su contra.