Por Darío Gannio
Redacción El Destape
@dgannio
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La Unión Industrial Argentina (UIA) volvió a rechazar el avance en las negociaciones del Gobierno y China, reclamó más participación en las decisiones y advirtió sobre las cláusulas de "enorme riesgo". Además, propuso hacer un convenio similar al que hizo Brasil con esa nación.
En simultáneo con la llegada de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a Asia, los directivos de la UIA, presidida por Héctor Méndez, redactaron un comunicado de siete páginas en el cual rechazan la cercanía del Gobierno con el país más poblado del mundo. Lo que buscan los industriales es trabar el acuerdo bipartito que el Ejecutivo pretende que se termine de aprobar en el Congreso en Diputados, ya que tiene media sanción de la Cámara Alta. Es que, consideran, el convenio perjudicará a buena parte del empresariado local.
Las cláusulas que la cúpula de la central fabril calificó como de "enorme riesgo" son principalmente cuatro: la adjudicación directa de proyectos de infraestructura, la contratación de mano de obra de origen sino en las mismas condiciones de los nacionales, los convenios específicos entre entidades gubernamentales para viabilizar la cooperación bilateral y "las facilidades que se les otorgan a los ciudadanos chinos que han logrado el permiso de trabajo de realizar cualquier tipo de actividad lucrativa en igualdad (y competencia) con los argentinos, lo cual potencialmente incluye la compra de tierras y su usufructo".
Los industriales, que no fueron incluidos en el viaje en el cual Cristina fue acompañada por unos 100 empresarios locales, consideraron que el convenio pondrá en peligro sus negocios. "La verdad es que depende el sector, porque en algunas de las obras que se anunciaron o se proyectan los argentinos podrían competir, pero en muchas otras no", admitió un empresario ligado a la central pero que no ocupa un cargo dirigencial.
El duro comunicado de la UIA, que espera influir sobre la visita de la presidenta al mandatario Xi Jinping, detalló que la relación generó un déficit acumulado de unos U$S 18.760 millones entre 2008 y 2013, y resalta que se acentuó "la exportación de productos intensivos en el uso de agua y energía". "Durante el decenio 2003-2013 un 85% de las exportaciones argentinas se concentraron en porotos de soja, petróleo crudo y aceite de soja" agregó el informe.
Pero la central fabril deja la puerta abierta para un comercio con China que de frutos, y pone de ejemplo lo que hizo Brasil. "El caso del convenio firmado por el Gobierno argentino es notoriamente distinto al brasileño, dado que expone a la Argentina a desfavorables condiciones replicando los acuerdos firmados por las naciones africanas", aclaró. Lo que hizo el país vecino, dijeron los empresarios, fue fomentar el intercambio cultural y educativo en los sectores con más tecnología.
Además, el comunicado agregó: "China también viene afectando la integración de nuestro país con Brasil. El país asiático se convirtió en el segundo mercado más importante para Argentina, después de Brasil, tanto como destino de sus exportaciones como origen de sus importaciones".