04 de marzo, 2020 | 20.34

La trastienda de las razones por las cuales volvió Juan Schiaretti al PJ nacional

El gobernador de Córdoba regresa a la interna del partido luego de un largo distanciamiento.

No lo dicen abiertamente. Pero lo dicen“Este es el Gobierno que tendría que haber ganado en 2015, pero no llegamos al balotaje”. En la mesa chica de ministros y operadores del gobernador Juan Schiaretti sostienen que el Gobierno de Alberto Fernández es lo más parecido a las propuestas de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), la alianza que hace cuatro años formaron Sergio Massa y su Frente Renovador y el PJ de José de la Sota y Juan Schiaretti.

Esa es la mirada política que sostienen en el Gobierno de Córdoba para justificar el rápido acercamiento entre el gobernador Schiaretti y el presidente Alberto Fernández. Quien dio el primer paso hacia este reencuentro entre el cordobés y el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, fue Sergio Massa.

En diciembre pasado en la primera reunión con todos los gobernadores y el Presidente, Massa, ya como presidente de la Cámara de Diputados, armó una reunión privada entre el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro y Schiaretti. En el plano de mínima, el Presidente necesitaba que los cuatro diputados schiarettistas dieran quórum para la sesión donde se debía aprobar la Ley de Solidaridad; y en el de máxima, necesitaba que apoyaran la ley. Los diputados de Hacemos por Córdoba aprobaron en general la ley impulsada por la Casa Rosada.

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El ingreso de los 84 delegados peronistas cordobeses al Congreso Nacional Justicialista que se realizará mañana en el microestadio de Ferro incluye schiarettistas, delasotistas alineados con el senador albertista Carlos Caserio y cristinistas de la diputada camporista Gabriela Estévez. Es la primera vez desde 2011, que el PJ cordobés decide asistir en pleno al Congreso Nacional, tras el enfriamiento de relaciones entre De la Sota y Cristina. Y en la Casa Rosada lo toman como un gesto del gobernador Schiaretti hacia Alberto Fernández, que hace la diferencia con la vicepresidenta Cristina Fernández.

La decisión de volver al seno del PJ nacional por parte del schiarettismo también está relacionado con la decisión del Presidente de relegar espacios de poder en el Gobierno y en el Partido al cristinismo: “Alberto representa el peronismo republicano”, aseguran. Y refuerzan que el armador de la pata peronista del Frente de Todos en Córdoba fue precisamente el líder del Frente Renovador.

Massa había sido socio de Schiaretti hasta mayo pasado en Alternativa Federal, que reunía al peronismo no kirchnerista. En ese espacio armado por el operador del Grupo Clarín, Guillermo Seita, para dividir al peronismo y permitir la reelección del derechista Mauricio Macri, también militaban el rionegrino Miguel Pichetto y el salteño Juan Manuel Urtubey. Pichetto terminó siendo compañero de fórmula de Macri y Urtubey candidato a vice de Roberto Lavagna. Massa, en la última reunión de Alternativa Federal que se hizo en Córdoba, sentenció: “En un balotaje entre Macri y un compañero peronista como Alberto, yo voy a trabajar para el peronismo”.

Tras esa reunión de diciembre donde se logró el apoyo parlamentario del schiarettismo a la Casa Rosada, las negociaciones entre Córdoba y la Nación quedaron en mano de “Wado” De Pedro, paradójicamente un ministro que milita en La Cámpora y es el más cristinista del Gabinete nacional.

Luego, a mediados de enero, De Pedro recibió a Schiaretti en su despacho y tuvo un gesto simbólico: fue el único gobernador al que invitó a almorzar. Allí, Schiaretti se quejó ante el ministro del Interior por el rosario de deudas que Mauricio Macri le dejó a Córdoba. Y el ministro le prometió solucionar la cuestión. También, si hablamos de simbolismos, Schiaretti es el único gobernador que aún no se reunió a solas con Alberto Fernández.

Otro gesto, como ya lo adelantó El Destape, fue la reunión en su despacho, entre el ministro del Interior y el intendente de Río Cuarto, el schiarettista Juan Manuel Llamosas, un conservador que busca su reelección en las elecciones del próximo 29 de marzo. Con las encuestas en mano, y ante el crecimiento del radical Gabriel Abrile de Juntos por Río Cuarto –es la marca local de Cambiemos-; la Casa Rosada decidió jugar fuerte con Llamosas y Hernán Vaca Narvaja, el referente del partido albertista ParTE –tenía un piso electoral de 10%-, decidió sumarse junto a otras fuerzas del Frente de Todos a la campaña de Llamosas y Hacemos por Córdoba.

Anoche, Llamosas junto al gobernador Juan Schiaretti realizaron un masivo acto de lanzamiento de campaña de Hacemos por Córdoba en el estadio cerrado del Club Estudaintes, donde el dirigente albertista Vaca Narvaja estuvo en primera fila. En su discurso, Llamosas destacó que el fallecido gobernador José de la Sota convirtiera a Río Cuarto en la Capital Alterna de Córdoba y aplaudió que el presidente Alberto Fernández la designara Capital Alterna de la Nación.

Otro punto de acercamiento entre ambas administraciones fue la promesa de Schiaretti de interceder ante las patronales del campo para evitar enfrentamientos con la Casa Rosada como en 2008 cuando se desataron los piquetes contra la Resolución 125 que imponía retenciones móviles a la exportación de granos: “Vamos a trabajar para mantener la paz social, un escenario de conflicto no favorece a nadie, ni a Córdoba, ni a la Nación, ni a los productores”, confió un funcionario cordobés a El Destape.

En el Gobierno de Córdoba también deslizaron que “nadie lo va a decir públicamente, pero la suba de las retenciones es necesaria en este contexto de crisis. Vamos a trabajar para contener los reclamos, a la par de buscar alternativas para todos”.

La visión económica de la realidad cordobesa también tuvo peso a la hora de acordar el regreso de Schiaretti al redil del PJ nacional: De Pedro le garantizó al gobernador cordobés el pago de una deuda de $ 2.000 millones que ANSeS mantiene con Córdoba por giros suspendidos desde octubre, cuando Macri perdió las elecciones presidenciales.

En el Centro Cívico cordobés estiman que en 2020 la Caja de Jubilaciones provincial tendrá un déficit de $ 22.000 millones; de los cuáles, la Nación cubrirá unos $ 14.000 millones.

Además de la buena sintonía política, Schiaretti, como buen contador, necesita a la Nación para seguir gobernando. Una buena razón para reflotar el viejo apotegma “para un peronista, nada mejor que otro peronista”.