La operación macrista de Luis Majul: le pegó a Cristina Kirchner y busca enfrentarla con Alberto Fernández

El periodista macrista analizó que el cristinismo tiene un mensaje provocativo que generó tensiones internas en el Frente de Todos.

06 de febrero, 2020 | 19.26

Con un editorial en el diario La Nación, el periodista macrista Luis Majul salió a pegarle a Cristina Kirchner para asegurar que a Alberto Fernández ya se le terminó la luna de miel. Apuntó contra el Frente de Todos, al que calificó como “una coalición que tiene una obsesión reivindicatoria y no acepta ninguna autocrítica”. Según su análisis, hay una tensión creciente con el cristinismo y mensajes encriptados cruzados ya que, para él, Cristina Kirchner tuvo actitudes provocativas para con los votantes de Cambiemos, alejándose de la postura más neutral de Alberto Fernández.

El texto, titulado Alberto Fernández, entre la "terapia intensiva" y "el abismo", asegura que Fernández corre “a la realidad desde atrás y todavía no la alcanza” porque arrancó con la desventaja de tener “votos prestados” del kirchnerismo, olvidando el armado por la unidad que gestionó el Presidente que logró acercar a sectores que estaban muy alejados. Sin embargo, para Majul, Cristina “lo presiona para obtener su completa impunidad”.

Pese a ello, el periodista macrista le reconoce “una virtud” al mandatario, que es que “no se engaña” porque sabe que “echar toda la culpa a la ineficiente administración del gobierno de Macri será efímera” y que los conceptos de “emergencia y solidaridad”, necesarios para afrontar la crisis, “tienen un límite”. Incluso, analizó que promover una estructura impositiva progresiva y otorgarle un aumento a los jubilados “es apenas un parche que no garantiza el éxito de nada”, sin explicar que el objetivo detrás de estas medidas es reactivar el aparato económico del país.

En ese contexto de crisis, el comunicador recordó el viaje de Fernández al Vaticano donde pidió que algunos sectores actúen “con más responsabilidad” e infirió que el mensaje fue para los formaciones de precios pero también para “los sectores más duros del cristinismo. Es que los últimos movimientos políticos de Cristina se parecieron mucho a una provocación. No una provocación concreta hacia el Presidente. Sí hacia el 60 por ciento de los argentinos que no votaron al oficialismo”.

Así, mencionó la denuncia que Cristina hizo a la AFIP por armar una estructura clandestina para perseguirla, actitud que Majul comparó con acciones de su gobierno que, en realidad, no tuvo presos políticos ni personas con ocho indagatorias en un día o espionajes ilegales. En el listado colocó también la visita de la Vicepresidenta a la Represa Néstor Kirchner, de Santa Cruz, junto a Lázaro Báez, lo que consideró una “falta de respeto al sistema de justicia” que investiga la causa de las fotocopias de los cuadernos.

Pero no se olvidó de mencionar a Aníbal Fernández como uno de los actos provocativos, que asumió al frente de Yacimientos Carboníferos Río Turbio. Si bien reconoció que éste no tiene ningún tipo de causa judicial, lo criticó por “su estilo pendenciero, de compadrito, descalificatorio, y su pobre lenguaje de arrabal” lo que, para él, alcanza para no darle ningún puesto en el Estado. Básicamente porque le cae mal.

Sin embargo, intentó no parecer tan macrista y aseguró que esta lista no implica que el gobierno pueda impulsar denuncias contra los exfuncionarios, como el caso de Rodrigo Sbarra que se dejó US$10.000 en un cajón del ministerio de Producción. En el mismo sentido, mencionó la postura sobre la designación de parientes en el Estado, criticada durante el macrismo, o la posición menos combativa de los sindicatos que, para él, debería haber sido igual de comprensiva con el macrismo que logró la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo y aumentó exponencialmente la pobreza.

Majul reconoce que la resolución de la deuda será fundamental para que Fernández pueda “gobernar sin condicionamientos” pero remarcó que el Presidente “no tiene fondos para hacer populismo” y, después de criticar el aumento de impuestos a los activos argentinos en el exterior, aseguró que esto y el congelamiento de tarifas generará “un alivio transitorio a millones de argentinos, pero multiplica exponencialmente el gasto público, y provoca un aumento de la inflación, el gran impuesto de los pobres”.

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