¿Cómo saber si el avance de la pandemia en la Argentina está siendo correctamente evaluado? ¿La cantidad de testeos es el adecuado? ¿Hay otras variables para medir el grado de extensión del coronavirus en la sociedad? Para dos integrantes del grupo de expertos que asesoran al presidente Alberto Fernández, la polémica en torno a la cantidad de testeos se termina cuando se analizan tres datos duros: la cantidad de camas de terapia intensiva vacías; el porcentaje de camas ocupadas por pacientes con COVID-19 que hay en la actualidad; y la cantidad de fallecidos por este virus. Esas cifras, de acuerdo a los médicos consultados, confirman el “achatamiento de la curva” que se logró hasta el momento con la cuarentena.
Gustavo Lopardo, especialista en enfermedades infecciosas y expresidente de la Sociedad Argentina de Infectología, explicó a El Destape que la forma de ver la marcha de la epidemia es a través del número de casos y de muertes pero también por la cantidad camas de terapia intensiva ocupadas. Y explicó por qué. “Por COVID-19 la gente no se muere súbitamente. Provoca una insuficiencia respiratoria primero”, que obliga a la internación en lo que respecta a casos graves. De allí la necesidad de aumentar la cantidad de camas disponibles en la instancia de cuidados intensivos. “Si la situación del COVID-19 se hubiera descontrolado habría un marcador en las terapias intensivas, que es un marcador del mundo real”, indicó Lopardo.
Según precisó la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el sábado pasado, “el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva es del 50% y de esas camas 115 son las que tienen diagnóstico de coronavirus”. La cifra no había variado en los últimos días y fue confirmada a El Destape tanto por Lopardo como por el infectólogo Pedro Cahn, quien también integra el comité de expertos en salud que asesora a Fernández.
En diálogo con este medio, Cahn aseguró: “La mitad de las camas de terapia intensiva del país están desocupadas, básicamente, porque se suspendieron todas las cirugías y también hay muchos menos accidentes de tránsito. Entonces hay un montón de camas disponibles. La cifra importante es que aproximadamente 115 camas de terapia intensiva sobre 4.200 camas disponibles hasta el momento, que es la mitad de las 8.400 que existen en el país, están ocupadas por el COVID-19. Ese es un número duro al igual que el número de muertos por el virus”.
Esto no implica, como dice Lopardo, que no haya más casos que los registrados. “Seguro hay más casos. Pero una forma de evaluar la situación es observando la situación de las camas de terapia intensiva”, afirmó. Según esa apreciación, aún en el hipotético caso de que se estuviera midiendo mal porque hay pocos testeos debería haber una gran cantidad de personas internados en terapia intensiva. No con diagnóstico de coronavirus. Pero sí internadas por la dinámica característica de la enfermedad. Y ese escenario hoy no se observa.
“Si la situación del COVID-19 se hubiera descontrolado, tendríamos el marcador de las terapias intensivas”, remarcó Lopardo.
El foco de la pandemia en la Argentina está en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se registran la mayoría de los casos. Según aseguran desde la cartera de Salud bonaerense la tasa de ocupación de las camas de terapia intensiva es considerablemente más baja que la media nacional: ronda el 10%.
De acuerdo a los registros del lunes, en el territorio bonaerense había 64 camas de terapia intensiva ocupadas por personas con COVID-19. Al 30 de marzo había en Buenos Aires un total de 1.992 camas de cuidados intensivos, entre unidades de pronta atención y hospitales municipales, provinciales y nacionales. Esto incluye camas para adultos (1153), pediátricas (223) y de neonatología (616).
Testeos
¿Y cómo está la tasa de testeos en la actualidad? Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, explicó que “nuestra tasa de diagnóstico es similar a la de Brasil. Se aumentó mucho y hay menos positivos”, indicó en declaraciones televisivas. “Ahora estamos en un promedio de 1.500 testeos por día, el triple que hace una semana. Antes había 20% de casos positivos y ahora estamos en menos del 13%”, aclaró el lunes.
En esa línea, Lopardo precisó que hay que monitorear la tendencia que arrojan esos testeos. "En Estados Unidos, España e Italia la cantidad de casos aumentaba de forma logarítmica. Se multiplicaba”, afirmó. Eso, por ahora, no se registra en la Argentina a través de los distintos marcadores que analizan los expertos. Lo que no quita que en algún momento llegará el pico de la pandemia. El objetivo ideal de los especialistas es que ese pico se demore y que cuando llegue no se extienda en el tiempo y sea lo menos "alto" posible.