Sergio Massa destapó la olla y el país entero se enteró del negociado entre Boca Juniors y AYSA, cuando Daniel Angelici y Mauricio Macri eran presidentes del 'Xeneize' y de Argentina respectivamente. Fueron más de tres millones de pesos mensuales los que se destinaron al club de fútbol y la novedad fue condenada por la sociedad. Incluso por los clubes también: Liniers, una entidad del ascenso, estalló en Twitter.
"Mientras le entregaban millones al club más poderoso del país, nosotros organizamos eventos para pagar un plan de pagos y no nos corten el suministro", fue el mensaje de este equipo que milita en la última categoría del fútbol argentino (Primera D). Lo manifestado tiene que ver con la etapa de gestión macrista: al mismo tiempo que AYSA desviaba fondos a Boca, intimaba a la humilde entidad y amenazaba con quitarle el suministro.
De este modo, no sólo el plano futbolístico fue quien cuestionó lo realizado en los últimos cuatro años: muchas voces se alzaron desde otros sectores y hasta algunos intentaron entender que por este camino fue que Boca se hizo de refuerzos valiosos en los últimos mercados de pases.