La Federación Agraria rechazó la decisión del Gobierno de permitir el ingreso de carne de cerdo desde los Estados Unidos, en el marco de una negociación comercial que implica la apertura del mercado norteamericano para limones argentinos. El acuerdo lo dio a conocer la Casa Blanca luego de la visita del vicepresidente estadounidense, Michael Pence.
En un comunicado, la FAA recordó que la decisión es "totalmente contradictoria" con la idea del presidente, Mauricio Macri, de que "Argentina pueda ser el supermercado del mundo". "En este camino, en lugar de ser supermercado pasaremos a ser el depósito donde este país meta las cosas que no puede ubicar en otros lugares", advirtió la entidad.
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La FAA señaló que "en todo momento el Gobierno nacional dice querer fomentar la producción nacional y el agregado de valor, pero atacar de esta manera a la producción porcina nacional implica desconocer el rol que esta cumple en las economías del interior del país, el empleo directo e indirecto que genera a través de muchísimas actividades anexas".
"Tampoco se puede decir que esta medida pueda servir para mejorar los precios que pagan los consumidores por este producto, porque desde el 2015 a la fecha, la importación aumentó un 235 por ciento y no hubo impacto en los precios en góndola. Pero sí hubo una profundísima afectación para los productores chancheros", indicó la FAA.
La entidad sostuvo que "el ingreso de carne de cerdo de Estados Unidos, tanto como de otros países, nos pone a los productores a competir en condiciones desfavorables, porque tanto Estados Unidos como la Unión Europea subsidian la producción, mientras que en la Argentina la presión tributaria es enorme".
Según cifras del Gobierno, Argentina produce 600.000 toneladas de carne porcina al año, mientras que la importación representa 50 mil toneladas, que actualmente son abastecidas por Brasil. Dadas las preferencias arancelarias que goza el país vecino por los acuerdos del Mercosur, en el Gobierno estiman que la carne porcina norteamericana tenderá a competir con la carne brasileña, que además de los beneficios fiscales, tiene menores costos de flete.